(Buenos Aires, 29 de agosto de 2014). Desarrollo Forestal se entrevistó en exclusiva con la ingeniera agrónoma Marcela Candioti, coordinadora de la Cadena de Valor del Mueble y la Madera de Santa Fe. “Santa Fe es una provincia que tradicionalmente no es forestal. Hay plantaciones grandes, básicamente de eucaliptus, y mucha de esa madera es usada como fuente de leña. Pero es necesario hacer un replanteo (porque) el espíritu de la 25.080 no estaría contemplando ese tipo de plantaciones”, afirmó la funcionaria.
Marcela Candioti es coordinadora de la Cadena de Valor del Mueble y la Madera de Santa Fe, que forma parte de la Secretaría de Sistema Hídrico, Forestal y Minero, del Ministerio de la Producción santafesino.
Tanto Candioti como el secretario Hídrico y Forestal participaron de la reunión de Comisión Asesora, que se desarrolló el 31 de julio en la sede porteña del Ministerio de Agricultura de la Nación. “Vinimos a la reunión en representación del gobierno de Santa Fe con el secretario del Sistema Hídrico, Forestal y Minero, Roberto Tion”, afirmó la funcionaria
– Te escuché decir en la reunión de Comisión Asesora que la provincia de Santa Fe quería poner sobre la mesa el tema del otorgamiento de subsidios para forestaciones destinada a usos de bionergía.
– El punto es que Santa Fe es una provincia que tradicionalmente no es forestal. La cultura de nuestros productores es agrícola ganadera. Tenemos suelos que tienen una potencialidad muy alta pero el hecho que la forestación sea una actividad a largo plazo, compitiendo por el recurso suelo con otras actividades que tienen rentabilidades muy interesantes a ciclos más cortos, hace que la decisión por ahí sea complicada a favor de la forestación. Pero, ¿qué pasa? Lo que nosotros vemos hoy es que Santa Fe tiene la posibilidad de que se le han abierto escenarios que 10, 15 años atrás no estaban. Al haber un ordenamiento territorial al que obligó la ley de bosques nativos, en buena hora, pone sobre el tapete una situación: hay un complejo industrial, fundamentalmente concentrado en los departamentos de norte de la provincia –donde hay un bosque nativo remanente- que es 100 por ciento leño dependiente. Y al mayor parte de esa leña proviene del bosque nativo. Entonces, hay en Santa Fe dos instituciones que tienen facultades en lo referente a bosques: la Secretaría de Medio Ambiente del Ministerio de Aguas, que tiene que ver con bosques nativos; y el Ministerio de la Producción, que se encarga de bosques cultivados. A nivel del gobierno provincial, una de las cuestiones a las que se está atendiendo de manera coordinada con otros organismos –INTA, la Dirección de Producción Forestal de Ministerio de Agricultura de la Nación, la Secretaría de Estado de Energía de la provincia, Ciencia y Técnica-, es la dendroenergía. Es uno de los ejes que se ha fijado como prioritario. En ese sentido, las plantaciones con especies de rápido crecimiento que permitan liberar un poco la presión sobre los bosques nativos y dar una respuesta rápida, son alternativas.
– Plantaciones de rápido crecimiento y plantaciones específicas para bionergía.
– Exactamente. De rápido crecimiento y con densidades más altas de las que estamos acostumbrados. Lo que vemos es que a nuestro productor la cuestión económica del incentivo, en algún momento de duda, es lo que termina haciéndolo decidir. Muchos de los industriales que necesitan esa energía…
– …¿qué tipos de industriales?
– Diversos. Aceiteras, frigoríficos, papeleras, ingenios azucareros, fundamentalmente concentrados en el norte de la provincia. Pero también hay problemas de abastecimiento de gas, incluso en localidades del sur de la provincia porque no llegan a estar cubiertos por la red de gas natural ni para uso domiciliario.
– ¿Esas industrias a las que no les llega el gas natural con qué combustibles se proveen actualmente? ¿Gas oil, gas en garrafas?
– No, en algunos casos también utilizan leña, incluso de bosques cultivados. Nosotros tenemos, se calcula, unas 30.000 hectáreas de bosques cultivados en Santa Fe. Algunas provienen de plantaciones que se hicieron con regímenes de promoción anteriores. Hay plantaciones grandes, básicamente de eucaliptus, y mucha de esa madera es usada como fuente de leña. Pero es necesario hacer un replanteo.
– ¿Y cuál sería el replanteo? ¿Sería de la ley 25.080?
– El tema es que el espíritu de la 25.080 no estaría contemplando ese tipo de plantaciones.
– ¿Y según ustedes, con qué figura se podrían incorporar a la ley este tipo de plantaciones?
– Habría que ver.
– ¿Cómo pequeños productores?
– No sé. No sé. No sería solamente bajo la figura de pequeños productores. Ésa es una de las ideas. Nosotros estamos trabajando en distintas actividades. Una de las cuestiones que tenemos que definir es atacar una de las debilidades que tenemos, que es la falta de información de base. Se necesita actualizar, compilar y sistematizar la información que hay. En esa tarea estamos. Incluso tenemos mucho apoyo de la Dirección de Producción Forestal en cuanto a Sistemas de Información Geográfica para ver también cuáles serían los sitios potencialmente disponibles para afectar a los distintos proyectos.
– ¿Tenés alguna evaluación de cuál es el consumo de leña y en qué proporción se podría reemplazar?
– Hay una estimación. El complejo industrial del norte de la provincia asume un consumo aproximado de 1.500 toneladas diarias de leña.
– Es una cantidad significativa.
– Es lo que está asumido. Sabemos que el sector tiene un alto grado de informalidad. Ésa es una de las grandes oportunidades que hay que a la provincia de Santa Fe se le abren en la forestación. Otra cuestión que también estamos trabajando desde el gobierno es lo que tiene que ver con beneficios impositivos. Porque a nivel industrial, o a nivel empresario más grande, por ahí los beneficios impositivos terminan siendo más tentadores que lo aportes no reintegrables en sí.
Foto: Gentileza Santa Fe Forestal.