Celulosa Argentina recibe un préstamo de Esteban Nofal por US$ 18 millones para poder recomponer su capital de trabajo y reabrir la planta de Capitán Bermúdez esta semana. Fuente: Iprofesional.
Celulosa Argentina, la mayor papelera del país cambió de dueños a fines de septiembre, en el marco de una operación que le permitió iniciar un proceso de recuperación de sus operaciones para evitar la quiebra y retomar la producción que todavía mantiene paralizada.
Celulosa Argentina era hasta entonces controlada por Tapebicuá Investment Company, con un 66,4 por ciento del capital, y que a su vez está integrada por los empresarios Douglas Albrecht, José Urtubey y Juan Collado.
Tras la operación, que cerró por la simbólica suma de $1, el nuevo dueño de la compañía pasó a ser el empresario Esteban Nofal, a su vez propietario de la financiera CIMA Investments S.A. e hijo de Luis Benjamín Nofal, cofundador de Torneos y Competencias.
El valor que pagó por la empresa se debe a que este empresario tuvo que asumir el millonario pasivo cercano a los US$ 150 millones que deberá renegociar en el proceso concursal abierto en la justicia.
Y además deberá aportar los fondos necesarios para reconvertir y readecuar las operaciones de Celulosa y su perfil financiero para poder retomar su capacidad plena, adecuar el mix de productos y mercados en función de la demanda y trabajar fuertemente en su perfil exportador.
La situación se torna más grave si se tiene en cuenta la significativa necesidad de capital de trabajo adicional que evidencia Celulosa, como consecuencia de cambios en el comportamiento de pago de la cadena de valor y del incremento de los inventarios por las menores ventas, todo lo cual redunda en un aumento paulatino de la necesidad de financiamiento que todavía se mantiene.
En este sentido, las fuentes de apalancamiento utilizadas por la empresa para cubrir dichas necesidades fueron las disponibles en el mercado, en su mayoría de corto plazo y a un costo elevado, que medido en dólares alcanzaba niveles de entre 35% y 45% anuales, siendo la contracara del «carry trade».
Sin capacidad de pago
Como resultado de este riesgoso combo,la mayoría de los acreedores de corto plazo aceleraron la cancelación de sus posiciones, generando una presión creciente sobre la caja y la estructura financiera de la compañía.
De hecho, la empresa actualmente no cuenta con capacidad para el pago de las obligaciones negociables y de los cheques de pago diferido que tuvieron como consecuencia principal la retracción absoluta del crédito, tanto financiero como comercial, debiendo pasar a operar bajo una modalidad de pago contra entrega, al contado o mediante cesión de cheques de terceros.
Si bien dicha operatoria se pudo mantener durante varias semanas, la falta de capital de trabajo volvió inviable el financiamiento de la operación, debiéndose parar la producción en las plantas industriales de Capitán Bermúdez y Zárate.
En este sentido, el empresario acaba de prestarle a la empresa de la cual controla 452,6 millones de acciones clase B, lo que equivale al 45,5% del capital social, alrededor de US$ 18 millones.
Se trata de un acuerdo entre la sociedad y el propio Nofal, por una línea de crédito de hasta dicho monto que tiene como objetivo financiar el capital de trabajo necesario para retomar la producción en sus plantas industriales de Capitán Bermúdez y Zárate, ubicadas en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires, respectivamente.
De acuerdo a una nota enviada por el apoderado de Celulosa Argentina a la Comisión Nacional de Valores (CNV), «el mencionado acuerdo fue autorizado mediante Resolución 2061 del 7 de octubre de 2025 por el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la Primera Nominación de San Lorenzo en el marco del Concurso Preventivo de la Sociedad que tramita en dicho juzgado».
Pago de sueldos
La nota también explica que se trata de una línea de financiamiento que tiene plazo de 24 meses; que devengará una tasa del 10% anual y que será garantizada mediante un fideicomiso al cual la sociedad cederá cuentas a cobrar.
El destino de los fondos será en primera instancia el pago de los salarios del personal correspondientes a septiembre y a la realización de ciertas erogaciones esenciales para comenzar con el proceso de arranque de la planta de Capitán Bermúdez.
El establecimiento en donde se produce papel para impresión y escritura, así como pasta celulósica a partir de madera de eucalipto y se elabora otros productos como papeles para packaging y tissue (para papel higiénico y servilletas), detuvo completamente su marcha debido a una grave crisis financiera y de capital de trabajo.
Si bien hasta ahora se han realizado tareas mínimas de mantenimiento con personal que no está de vacaciones, la producción se encuentra detenida, por lo cual el nuevo dueño de Celulosa Argentina considera «indispensable» inyectar fondos en el corto plazo.
En el caso del dinero remanente bajo la misma línea de crédito, se utilizará para garantizar la operación de las plantas y sostener el giro normal del negocio.
«La instrumentación del préstamo marca el comienzo del proceso de recuperación comprometido por el nuevo controlante de la Sociedad, para lograr la sustentabilidad de la Compañía en el mediano y largo plazo», se señala en la comunicación enviada a la CNV.
Fuente y foto: Iprofesional.




















