Medianas y grandes empresas están consolidadas y las PyMEs, en crisis

se ven afectadas por aumentos de costos principalmente en logística, energía, insumos metalmecánicos y sueldos

Las PyMEs en crisis: El presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (Coiform), ingeniero forestal Juan Alberto Acosta, hizo ante El Territorio una radiografía de la industria forestal de la provincia. Acosta repasó los mercados múltiples existentes en el exterior y la deprimida demanda en el mercado interno. La provincia cuenta con unas 530 industrias. Fuente: El Territorio.

El presidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones (Coiform), ingeniero forestal Juan Alberto Acosta, repasó en profundidad con El Territorio cómo se encuentra el sector.

Describió un panorama del deprimido mercado interno, las potencialidades del mercado externo y detalló los desafíos que tiene la forestoindustria en Misiones y el país, como las políticas implementadas y requeridas.

Mercado mundial

– Existe un cambio de paradigma de concepción en el mercado mundial, enfocado a que los productos forestales tengan garantizados una trazabilidad libre de deforestación, gestión sostenible de los bosques, con prácticas silvícolas que acentúen la lucha contra el cambio climático, en el marco de la mitigación, adaptación y resiliencia. Por tal razón, estamos en una coyuntura de un mercado multipolar exigente como: Estados Unidos, Canadá, Europa, China, India, Japón, entre otros.

– Hoy el mundo está comprando madera rolliza: rollos de árboles sin ningún tipo de transformación, madera aserrada: destinados a la construcción y muebles, papel y cartón: para uso de impresión, empaquetado para logística, y otras aplicaciones. Productos derivados: incluyen tableros de partículas, contrachapado, madera contrachapada, resinas y taninos.

– Claramente existen demandas múltiples, con mercados específicos. Dicho de otro modo: se buscan productos que provengan de zonas libres de deforestación, gestión de manejos sostenibles, que garanticen la trazabilidad de los productos forestales.

Es por ello, que dichos mercados exigen certificaciones forestales que garanticen estos procesos, como ser la Forest Stewardship Council (FSC) y Programme for the Endorsement of Forest Certification (PEFC). Es importante destacar que en el mercado europeo entrará en vigencia en diciembre del 2024, el Reglamento EU 2023/1115, abordando los términos, la prohibición de deforestación, los componentes de trazabilidad, diligencia debida.

Las PyMEs en crisis
“El contexto es extremadamente crítico y vulnerable: tenemos una depresión económica nunca antes vista en el sector forestal. Como primera medida, tiene que existir una recuperación de capacidad de compra del mercado interno”, dijo Acosta.

– Los principales desafíos en este contexto mundial se enfocan en mantener y mejorar la competitividad, bajar los costos en logística y energía, inversión y mejora de las capacidades instaladas, el acortamiento paulatino de la brecha cambiaria del dólar para exportación, ampliar las Zonas Francas y regímenes especiales, mantener y redoblar la gestión sostenible de los bosques, mantener el know-how generado por décadas en nuestro sector forestal, y pregonar la profesionalización con el saber de las ciencias forestales al sector, en todos sus ámbitos.

– Es determinante recuperar la jerarquización institucional forestal en la República Argentina, garantizando políticas y estrategia a largo plazo (lo que en su momento fue el Instituto Forestal Nacional (Ifona) donde el 31 de octubre de 1991, por Decreto Ley N° 2.284 se disolvió. El Estado Nacional deberá redoblar esfuerzos en los instrumentos de promoción forestal, como ser la Ley 25080. El abordaje es multifactorial desde lo político institucional, económico, social y ambiental.

– Según el Informe de Coyuntura Regional NEA de Fundación Mediterránea, el primer semestre 2024 evidencia una marcada caída en las exportaciones de madera perfilada. Si se toma como parámetro el valor en dólares, la caída es del 21,3% (pasando de 29,1 millones de dólares a 22,9 millones de dólares), respecto del mismo período en 2023. Ahora bien, si se toma el parámetro de cantidades en toneladas, la caída de la madera perfilada cayó un 0,7% en el primer semestre de 2024, pasando de 15.243 toneladas a 15.141 toneladas.

– Para el caso de la madera aserrada, el primer semestre 2024 indica un leve crecimiento, menor al 50%; con un crecimiento del 32% (pasando de 32,4 millones de dólares a 42,8 millones de dólares) y un 29,1% en toneladas (81.681 toneladas en 2023 y 105.473 toneladas en 2024) respectivamente.

Un dato interesante de referencia que se maneja dentro de los profesionales del Coiform, debido al ejercicio profesional de los colegas en diferentes ámbitos, desde la Mesopotamia Argentina (principalmente Corrientes y Entre Ríos) se exportan unas 1.500 toneladas a 2.000 por día de rollos de madera bruta de Pinus sp. al mercado asiático, principalmente China e India, lo que representa en promedio unas 45.000 a 50.000 toneladas mensuales.

El sector en la Argentina

– El contexto es extremadamente crítico y vulnerable: tenemos una depresión económica nunca antes vista en el sector forestal. Anecdóticamente las situaciones de crisis económicas en Argentina (llámese 2001), al sector forestoindustrial le fue bien, incluso en pandemia (denominado el sector forestal como una actividad esencial).

– Pero en este contexto económico que atraviesa el país, con sinceramientos de precios en períodos muy cortos, ha provocado el aumento en los costos de materias primas, insumos, bienes de capital, energía y logísticos entre otros, que perjudican notablemente los márgenes de ganancia, generando que las empresas forestales tengan dificultades para ajustar sus precios de venta de manera competitiva.

Sumando a esto el mercado interno está sumamente deprimido, con bajas de entre un 40% y 60% de ventas. Existen empresas que, para mantener clientes, y garantizar su flujo de negocios, están vendiendo productos forestales entre 10% y un 15% menos por debajo de su lista de precios.

– A nivel de exportación en los mercados internacionales, aquellas industrias consolidadas principalmente de Misiones y norte de Corrientes, se ven afectadas por aumentos de costos principalmente en logística, energía, insumos metalmecánicos y sueldos, brecha cambiaria, aumento de flete marítimo, con el agravante que actualmente existe una fuerte competitividad que está generando Brasil, (por la devaluación del real brasileño), sumando a que en la actualidad disponen de una capacidad instalada mucho más elevada que la nuestra, con distancias logísticas a sus puertos hasta 1.000 kilómetros menos que en los polos forestales de Argentina, evidenciando claras ventajas competitivas. Se está observando, (dada la competitividad brasileña) que los exportadores forestoindustriales argentinos han experimentado bajas de sus precios entre el 5%, el 8% o el 15% en algunos en algunos productos manufacturados destinados al mercado de Estados Unidos.

– Está en vigencia el Plan Estratégico Forestoindustrial 2030: ForestAr 2030 es una plataforma multisectorial que apunta a la conservación y ampliación del patrimonio forestal argentino y la activación de una economía forestal que impulsa el desarrollo social, económico y ambiental. Por otro lado, la Ley de Inversiones para Bosques Cultivados 25.080 es un régimen de promoción de las inversiones que se efectúan en los emprendimientos forestales y en las ampliaciones de los bosques existentes. Se destina ciertos beneficios fiscales de inversiones y apoyo económico no reintegrable de bosques implantados. El espíritu de la ley es alcanzar 2.000.000 de hectáreas de bosques cultivados.

– Como primera medida, tiene que existir una recuperación de capacidad de compra del mercado interno. Seguir manteniendo la disponibilidad de materia prima, previsibilidad cambiaria, políticas a largo plazo estratégicas y políticas de incentivo para la recuperación de la economía regional forestal, créditos blandos, mejorar la capacidad logística. Sumado a eso, la cuestión energética es estratégica tanto para la generación en la industria como para la logística, en términos de combustible. También, la posibilidad de contar con algún tipo de incentivo respecto de las cargas sociales que acompañe la formalización de los trabajadores.

– La situación del mercado interno es extremadamente crítica y vulnerable, el mercado interno está muy deprimido, donde principalmente se ven afectadas las empresas muy pequeñas (las micro) y las pequeñas, que están atravesando desfalcos económicos, por la baja de sus ventas, y aumentos desorbitantes de los costos fijos y variables. Sumado a que muchas de ellas no disponen de la tecnificación suficiente, a efectos de mejorar eficacia, eficiencia y rendimientos industriales.

– Según los datos que tenemos de los ingenieros forestales, consultores expertos pertenecientes a nuestro colegio profesional (Coiform), se percibe que este sector industrial, de industrias muy pequeñas y pequeñas, es el más vulnerable, ya que muchas han bajado su nivel de operaciones y otras han parado totalmente, ante la imposibilidad de ubicar los productos industriales en el mercado interno por falta de demanda, con aumento de stock, y haciendo frente a los incrementos de costos fijos y variables. Hemos visto que en promedio la capacidad instalada trabaja casi a la mitad.

– Particularmente considero que el sector forestal en Argentina y especialmente en la Mesopotamia tiene un potencial inconmensurable, entiendo que tenemos regiones ecosistémicas de gran potencial productivo en todo el territorio nacional, con un interesante número de hectáreas de bosques maduros productivos, muchos de ellos certificados con manejos y gestión sostenible. El negocio forestoindustrial posee dos componentes fuertemente marcados: “El negocio silvícola” y “el industrial”.

Las políticas estratégicas de orden forestal nacionales y subnacionales deben tener inexorablemente una mirada holística y complementaria de estos dos componentes. En efecto, el negocio forestal es a largo plazo, donde puede existir externalidades que lo afecten, (esta coyuntura no es la excepción). Es primordial para la recuperación: incentivos fiscales, accesos a instrumentos crediticios, como ser los créditos blandos, para suplir desfalcos, accesos a bienes de capital y capital de trabajo, subsidios temporales enfocados a la energía y logística, ANR para el desarrollo y maximización productiva en industria, fortalecer el financiamiento de la ley 25.080, manteniendo el espíritu de la ley de promoción forestal en nuestro país.

– La mirada del forestal siempre es a futuro y por más que nos pese, el sector forestal está acostumbrado a este tipo de vaivenes, por lo tanto, los planes de recuperación siempre se avizoran, la diferencia es que la recuperación será más lenta de lo prevista; perjudicando notablemente a aquellas industrias forestales con poca espalda financiera. Si bien, el Congreso Nacional en junio del 2024 sancionó La Ley Nº 27.742 “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, en su título VII crea el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), genera grandes expectativas en el sector empresarial.

A título personal considero que lejos está de adecuarse a un universo representativo de nuestra cadena de valor forestoindustrial, donde claramente el espíritu de la ley apunta a inversiones del ámbito celulósico o megasaserraderos de gran escala. Dicho régimen tuvo un reciente proceso de reglamentación y cada provincia tendrá que evaluar su adhesión a la misma.

– Cabe acotar también que el Consejo Forestoindustrial Argentino advirtió que “es crucial que la aplicación del régimen asegure la coexistencia armoniosa de grandes y pequeños establecimientos industriales” solicitando “la implementación de una ley de promoción específica para las pequeñas y medianas empresas del sector la que debería proporcionar beneficios que fomenten la productividad, el valor agregado y la generación de empleo en estas importantes industrias”.

– En cuanto a la reactivación de obras públicas, en mi opinión personal, no hay un impacto directo inmediato en el mercado, aunque sí indirecto, ya que la obra pública debería garantizar componentes energéticos y la logística tanto en rutas como en ríos, para brindar a las empresas foresto industriales la posibilidad de transitar y distribuir los productos forestoindustriales en tiempo y forma.

– El sector forestal en Misiones cuenta con alrededor de 450 mil hectáreas de patrimonio forestal de bosque implantado y un poco más de 250 mil hectáreas de bosques nativos autorizados con plan de manejo para el aprovechamiento sostenible, más de 530 industrias entre muy pequeñas, pequeñas, medianas y grandes, alrededor de 7.000 personas abocadas a la actividad.

– Lo que se puede percibir, es que muchas de las empresas medianas y grandes están consolidadas esperando la recuperación, algunas están en una estrategia temporal económicamente hablando de “atrincheramiento” (bajar el volumen de operaciones, bajando principalmente los costos variables de producción, con la adecuación de baja de algunos costos fijos). Hay que destacar que muchas empresas están en un proceso de inversión abordado a lo bioenergético.

– Como bien se mencionó, hay muchas empresas que están consolidadas, otras asociadas y en proceso estratégico de inversión. Los factores que se requieren para el impulso abordan lo crediticio para bienes de capital y capital de trabajo, disponibilidad de madera, activación del mercado interno, articulación de los componentes silvícola-industrial, acceso a energía y logística a bajo costo, pero por sobre todo políticas y estrategias claras, de implementación a largo plazo.

Leer: “Hoy hay una gran incertidumbre a nivel macro en el país”

Fuente y foto: El Territorio.

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