Ingeniero forestal y agrónomo recibido en la Universidad Nacional de La Plata, oriundo de Adrogué y riverplatense, fue uno de los pilares de las Jornadas Forestales de Entre Ríos y de la construcción de casas de madera con sistema canadiense.
El 31 de octubre publicó la última edición del boletín electrónico Novedades Forestales, ése que impuso neologismos como “foresto colegas” o “Concordiales saludos”.
Sánchez Acosta se crió en Adrogué, en el sur del conurbano bonaerense -donde estudió la secundaria en el Colegio Nacional-, y supo transpirar la camiseta roja de Pucará, club de rugby ubicado en la vecina ciudad de Burzaco.
Hincha de River y de “Bron” -por Brown, el club de fútbol del pago chico- fue, quizás, uno de los más activos difusores argentinos del eucalipto por el mundo.
Convocado de urgencia, integró el grupo organizador del Congreso Forestal Mundial que se desarrolló en Buenos Aires en 2009.
Y protagonizó mil tertulias de camaradería, en la previa o en las “choripaneadas” con las que terminaba cada edición de las Jornadas Forestales de Entre Ríos.
Carta de despedida
Para no tergiversar ni una coma, se publica a continuación el texto de despedida, que coincidió con el número 600 de Novedades Forestales, que tiene 9.000 suscriptores de 55 países.
“Estimados foresto colegas:
Este número tal vez podría titularse «Mi último Boletín».
Como editor sé que se debe redactar en tercera persona, pero esta vez lo haré en la mía propia pues a partir de mañana 1 de noviembre comienza mi jubilación y ya no perteneceré al INTA.
Han sido 43 años de carrera forestal.
Los primeros 12 perteneciendo a nuestro añorado IFONA, comenzando en 1980 en Tierra del Fuego trabajando en bosques nativos y luego pasando en 1983 al convenio INTA-IFONA-GOBIERNO DE ENTRE RÍOS, con sede en INTA Concordia.
Hasta que en 1992, cuando con la disolución del IFONA me incorporaron al INTA, donde he trabajado hasta la fecha.
Como premonición escribimos el último boletín numero 600 sabiendo que no íbamos a llegar a editar el 700… pero para eso estarán los jóvenes.
Dado que con el hackeo al sistema de INTA nos quedamos sin la libreta de contacto con más de 15.000 direcciones, aprovecho este medio para despedirme desde mi trabajo formal en INTA.
Aunque es probable que algunas cosas continuemos haciendo, en especial en lo relacionado a la capacitación y la construcción con madera.
Mi apellido comenzó en el tema forestal con Roberto Sánchez Acosta en la Administración Nacional de Bosques. Seguí luego yo con el IFONA y quedan como sucesores dos sobrinos Facundo (ya recibido) y Ezequiel Sánchez Acosta por recibirse, en la Universidad Nacional de La Plata, asegurando así la continuidad.
Les envío un concordial saludo, con la convicción que los forestales sabemos que «somos un eslabón de una cadena que no tiene fin».
Fotos: Archivo Desarrollo Forestal.