Los recientes incendios en Misiones generaron pérdidas, aunque no tan graves. “Fuimos afectados (…), pero no en la magnitud que hubo en Corrientes”, le dijo a Desarrollo Forestal Daniel Durán, en exclusiva.
Desarrollo Forestal dialogó en exclusiva con Daniel Durán, empresario foresto industrial de larga experiencia en la zona norte de Misiones.
– ¿Se normalizó el funcionamiento del sector en Misiones tras los incendios? ¿Hubo muchas pérdidas?
– Sí, fuimos afectados por los incendios, pero no en la magnitud que hubo en Corrientes. Primero, porque acá las parcelas y las superficies forestales son más pequeñas. Después de una parcela de pino viene una plantación de yerba o hay ganadería u otra actividad y el fuego se puede controlar.
Además, acá hay muchos productores. No es como en Corrientes, donde hay grandes extensiones. Y, si le afecta el fuego a una plantación, no hay nadie alrededor. Acá hay caminos y rutas por todos lados, lo que hace que se llegue más rápidamente al incendio. Están todos los productores alertas, y algún equipamiento tienen para el combate del fuego.
Y tampoco tenemos los vientos que hay en Corrientes. Tampoco acá se resina, que es otro de los problemas que existe en Corrientes. Si se prende fuego una plantación que se está resinando, ni Dios lo para. Acá todos los productores podan. Entonces, las plantaciones están todas podadas y raleadas. En Corrientes la situación de las plantaciones forestales es muy diferente. Eso hizo que los daños fueran mucho menores. No hubo una afectación muy grande de madera, ni fuego de copa. No hubo pérdidas tan grandes como en Corrientes.
– Tengo entendido que hubo en enero algunas lluvias en Misiones, cuando en Corrientes hubo temperaturas extremas y no llovió hasta fines de febrero. ¿Fue así?
– Las temperaturas acá fueron muy altas en enero. No recuerdo si cayó algún chaparrón, pero en ese caso a la hora el agua ya se había evaporado. Creo que tuvimos el mismo problema climático que en Corrientes, pero al haber pequeñas parcelas y muchos caminos se puede llegar más rápidamente a combatir los incendios.
La gente está alerta. Acá se quemó el bosque nativo, algo que nunca antes había pasado. Acá la idea es que, si vos tenés una plantación rodeada de bosque nativo, el fuego muere en el bosque nativo. Siempre murió en el bosque nativo. Pero no ahora.
– Hubo dos temporadas seguidas de sequía. Quizás el año pasado había reservorios de humedad en suelo que esta vez no estuvo.
– Sí, claro. Fueron tres, en realidad. Porque la falta de lluvias empezó en la primavera de 2019. Tuvimos incendios en 2021, cuando el fuego pasó por abajo, muy livianito.
Pero en 2022 hasta los árboles grandes se secaron, porque se le quemaron las hojas y el árbol no se pudo recuperar porque no había más humedad en el suelo.
– ¿Hubo articulación en el uso de recursos públicos y de recursos privados este verano en Misiones? ¿Qué aspectos habría que ajustar si se repitieran temporadas de incendios como la de este verano?
– Nos falta mucho… A ver: hay que sacarse el sombrero con los bomberos voluntarios, que poner el mayor esfuerzo. Lo que pasa es que falta de todo. Los bomberos voluntarios generalmente están preparados para apagar incendios en ciudades, no en áreas forestales. Falta capacitación, equipamiento, comunicación, organización.
Uno de los problemas que hubo este verano en Misiones es que, quien iba hacia el incendio se quedaba sin señal de celular. Ése es un problema. Tiene que haber una persona que dirija el operativo. El tema es que vos entrás en el monte y no hay más señal de celular.
Ahí ocurre un problema porque vos no te podés comunicar con tus compañeros cuando, quizás, en un lado sobran recursos y en otros, faltan. Ése es un tema sumamente importante, el tema de las comunicaciones.
Para eso necesitamos tener teléfonos satelitales, equipos de radio. Nosotros antes teníamos equipos de radio, que se dejaron de usar cuando se extendió el uso de celulares. En caso de incendio, la comunicación instantánea sí es importante.
– ¿Eso depende solamente de que el sector privado pague un servicio caro o el Estado podría colaborar con la instalación de una antena? ¿Hay algún tipo de solución? ¿Es muy caro?
– Creo que cada cuartel de bomberos de la provincia debería tener un equipo de teléfono satelital. El servicio es más caro, sin ninguna duda. Pero el Estado tendría que dar equipamiento para teléfonos satelitales. Porque a los particulares se nos hace difícil. Acá lo que faltan son brigadas de bomberos forestales.
A ver, tuvimos una situación extraordinaria durante dos años seguidos que no había ocurrido históricamente. Hemos pagado las consecuencias. Espero que la próxima vez estemos mejor organizados, pero no tenemos un gobierno muy proactivo con el sector forestal.
– Fernando Dalla Tea (de Masisa Forestal Argentina) planteó el mes pasado que hay que sentarse a analizar datos y elaborar conclusiones para que no se repita un verano de incendios como el que pasó. (Leer Nota)
– Sí. Uno de los ítems es que hay que equiparse, hay que invertir. En general, hay poco equipamiento. Y otra cosa es que hay que penalizar más. El 99 por ciento de los incendios son iniciados por el hombre, por negligencia o con intencionalidad de hacer daño. La justicia tiene que actuar más fuertemente. Es un tema muy importante. Sé que es difícil encontrar a la gente in fraganti, pero cuando se comprueba que alguien inició el fuego, aunque sea por descuido, la pena tiene que ser más severa.
Y todo el mundo tiene que invertir más en equipamiento para el combate de incendios. No se trata de equipamiento tan caro: son equipos de ataque rápido con una bomba, tanque, mangueras, mochilas, rastrillos especiales. Es una inversión que podrían hacer los productores.
También hay que mantener las calles cortafuegos limpias. Lo que pasa es que nos habíamos olvidado de los incendios en Misiones, hasta las temporadas 2021 y 2022. Tenemos que capacitarnos más. Eso se está empezando a hacer.
Creo que el titulo puede engañar. Misiones fue MUY afectado, y perdidas MUY grandes, solo que no se conocen, porque en gobierno de Misiones se preocupó de ocultar. Y lo sigue haciendo. Hay publicaciones que detallan el drama de un forestador que perdió miles de hectáreas en Corrientes, con perdidas de millones de dólares, y el extremo opuesto, de un pequeño forestador misionero, que se quedó sin nada. Leyendo la nota completa, las declaraciones de Daniel describen bastante bien lo que pasó, pero, me da la impresión de cierto sesgo, como que decía un colega y amigo de la dirección de bosques 35 años atrás, «el forestal de ruta 12 desconoce lo que es ruta 14». Otro mundo. Coincido que, posiblemente el mayor afectado fue el bosque nativo… por el accionar de cazadores furtivos (especialmente los «mieleros», y los mbyas). Pero dar a conocer las cifras, sería dejar en evidencia a la vergonzosa propaganda del gobierno misionero, autoelogiandose de una supuesta eficiencia, mientras la realidad fue todo lo contrario.. Por eso se conocen datos detallados de lo afectado en Entre Rios y Corrientes, pero nada de nada de lo sucedido en Misiones, donde las perdidas económicas fueron cuantiosas, y el daño ambiental, desastroso, sin dudas el peor de la historia de Misiones. Por eso, las comparaciones con Corrientes, no me gustan. Tienden a ocultar el desastre misionero, producto en gran parte, de la desidia e inutilidad. Analizando lo que pasó, da la impresión que desde el 2008 o 2009 en adelante, se perdió lo que habíamos logrado avanzar desde el año 2000 (PNMF, Jorge Krieger y Felipe Ivandic, entre otros). Retrocedimos 20 años. Que teníamos experiencia, lo demuestra en una de las prioridades que expusimos en un inicio: a falta de radios, urge celulares satelitales (lo detalla Daniel). La realidad nos dio la razón. Y lógico, era fruto de la experiencias adquiridas en los años 1986 en bosques nativos en Misiones, y 1999 en Entre Ríos y Corrientes. En casi todos los aspectos forestales, en el sector primario, tenemos entre 15 y 20 años perdidos.