Unos 50 aserraderos del departamento Concepción, en la provincia de Corrientes, se declararon en emergencia a fines de julio ante la situación financiera actual que atraviesan, señaló el sitio Corrientes Hoy.
Representantes del sector foresto industrial de Santa Rosa plantearon el crítico escenario y apuntaron al aumento de la energía eléctrica, el combustible, la presión tributaria y las altas tasas de los bancos como las principales causas, ante un contexto de baja demanda local y mercado interno deprimido.
“La situación actual hace inviable la actividad”, le dijo a este sitio correntino Juan Ramón Sotelo, empresario del sector maderero y presidente de la Asociación Maderera de Santa Rosa.
La mayoría de las industrias madereras del departamento Concepción participaron de una reunión, donde analizaron los puntos más difíciles que afecta la producción en estos días. “Es preocupante el momento que atraviesan los aserraderos. Hay más de 2.500 puestos de trabajo en juego, familias, proveedores, y toda la cadena comercial podría ser afectada”, agregó Sotelo.
Sotelo dijo que al menos 10 aserraderos ubicados en Santa Rosa estarían a punto de «bajar las persianas» por la crisis maderera. «Ya comenzó la reducción de personal. La crisis se profundizo un poco: hay algunos que están trabajando por turnos reducidos y otros directamente están parados por falta de pedidos. No se quiere reducir personal pero esto ya está pasando desde hace un mes», alertó a fines de julio el empresario. Hay en la zona cerca de 1500 familias que viven de la actividad.
«Es preocupante el momento que atraviesan los aserraderos. Hay más de 1500 puestos de trabajo en juego, familias, proveedores, y toda la cadena comercial podría ser afectada. Hay falta de consumo y a eso le sumamos que intentamos adecuar los precios a pedido de los aserraderos entrerrianos que nos propusieron una acción conjunta, y los clientes ante esta adecuación dejaron de comprar”, precisó el dirigente en declaraciones al sitio Corrientes Hoy.
Y agregó: “Los últimos cuatro aumentos de energía eléctrica y combustible no lo pudimos trasladar al cliente y cuando lo quisimos hacer se nos cayeron las ventas. Otro problema grave es la forma en que cobramos: lo hacemos a 90 y 180 días y eso es un plazo muy largo. Todo profundiza esta crisis, tal es así que hay aserraderos que están pensando en cerrar definitivamente sus puertas”.
Fotos: Corrienteshoy.com