Panorama de la actualidad económica sectorial, en muchas voces

(Buenos Aires, 9 de junio de 2014). Desarrollo Forestal realizó un pequeño sondeo entre referentes de las principales cámaras gremiales empresarias madereras del país. El objetivo fue conocer detalles de la enrevesada coyuntura económica que se vive en el sector e indagar respecto de las expectativas para el segundo semestre del año. Disparidad, no linealidad e inestabilidad según cada nicho específico fueron algunas de las respuestas.

Las preguntas:

1- ¿Cuál es su evaluación de la actualidad del mercado foresto industrial argentino?
¿Maneja cifras respecto de volúmenes de venta?

2- ¿Cuál fue el principal impacto que generó la devaluación de enero en el sector?

3- ¿Cuáles son las expectativas para el segundo semestre del año?

– Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (APICOFOM). Aldo Grasso, gerente ejecutivo.

1- Yo sondeo a diario la situación comercial de los asociados. Hay de las más disímiles opiniones: quienes están con serios problemas de ventas, quienes mantienen más o menos los niveles habituales de comercialización y están quienes pasan por un período de sufrimiento en cuanto al nivel de ventas que registran. Nosotros creemos que esta disparidad se debe al tipo de clientes que algunos tienen. Aquellos que tienen clientes fidelizados más o menos se han mantenido, e incluso están en un nivel, yo diría, hasta de sobreventa. Después hay un grupo de asociados muy particular en nuestra asociación que son todos aquellos que venden materiales muy ligados a la obra pública, como por ejemplo lo planes de vivienda locales en Misiones, que están muy expuestos al pago de certificados por parte de los institutos de vivienda y otros organismos provinciales. Con lo cual, pasan por los vaivenes de la situación. Y aquellos que están pasando momentos malos son quienes tienen una modalidad de comercializar pedido por pedido. Quienes tienen que salir a vender cada equipo de madera, quienes tienen que salir a pelear cada venta sí están en serios problemas de sustentabilidad. Es la franja que hoy está empezando a pensar en suspensiones y despidos. Ni que hablar (enfatiza) de nuestros asociados del norte de Corrientes que además están atravesando problemas energéticos. Ellos están haciendo todo el esfuerzo comercial sin tener un sustento industrial. Ése es más o menos el cuadro de nuestros socios. Ahora, en líneas generales las ventas han caído, en promedio, en un 30 por ciento, 35 por ciento.

2- Nosotros fuimos muy optimistas con esa devaluación. Nosotros la pedíamos para que nuestro sector volviera a exportar y cuando se produjo, y pensábamos que con un dólar a $8,00 estábamos en condiciones de volver a hacerlo, esa idea fue desapareciendo. El incremento interno de nuestros costos hizo desaparecer ese valor nominal de la moneda. Veíamos que estábamos a precios razonables en dólares, pero cuando todos los costos de nuestra cadena de valor se incrementaron esa primera idea se dispersó rápidamente. Aumentaron tanto los insumos importados como los nacionales. Nosotros tuvimos fuertes disputas internas dentro de la cámara acerca de por qué algunos insumos habían aumentado tanto. Por ejemplo, consideramos que la materia prima no tendría por qué haberse dolarizado como lo hizo. Es más, hoy el futuro aumento negociado en paritarias nos puede dejar otra vez fuera de la posibilidad de exportar. Hoy se están produciendo algunas operaciones de exportación, con precios aparentemente atractivos en dólares respecto de sus valores históricos, pero muy al límite en cuanto a rentabilidad. Nuestros socios son más que nada exportadores de productos de no muy alto valor agregado. Fundamentalmente, tablas cepilladas. Hay operaciones con Brasil, que se han mantenido siempre. El gran volumen de exportaciones lo capta Estados Unidos, con productos como cercas, APG y molduras, por ejemplo. No sabíamos cuál era la estrategia más apropiada, pero salimos a buscar a los compradores clásicos de 2008 y 2009. Y, a su vez, ellos hicieron una pequeña misión. Volvieron a aparecer los compradores de aquel momento. Por otro lado, con la devaluación y el dólar a $8,00 esperábamos que Alto Paraná empezara a exportar más y abandonara parte del mercado interno que ocupa, pero no ha sido así. Ellos siguen vendiendo al mercado interno y a precios notoriamente mejores que el resto de la foresto industria.

3- Nosotros tenemos un nivel de incertidumbre, de temor… Estamos realmente preocupados. Son un cúmulo de problemáticas que nos están aquejando: para algunos el problema energético, para otros el volumen de negocios; para los exportadores clásicos, el hecho de no poder concretar operaciones; la obra pública bastante minimizada. Incluso en Misiones, donde la obra pública siempre ha sido importante por los planes del IPRODHA (NdR: Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional) para vivienda. Nosotros estamos en una situación de preocupación. Nada nos indica que vaya a haber un cambio tan drástico como para que esta situación se revierta favorablemente para el segundo semestre.

– Industriales Madereros de Federación Entre Ríos y sur de Corrientes (IMFER). Sergio Corso, presidente.

1- En a zona nuestra se está trabajando, no al 100 por cien, por dos factores: uno es el climático, porque las lluvias nos están afectando desde hace tres meses, lo que dificulta el ingreso de rollos a las plantas; y el segundo es el mercado. Si no tuviéramos el inconveniente de las lluvias no tendríamos tantas ventas. No hay una demanda continua de mercadería. Estamos con días perdidos de trabajo por falta de materia prima. No lo hemos evaluado en números, pero calculamos que la caída en la actividad es de entre un 10 por ciento y un 15 por ciento. Además, se ha estirado la cadena de pagos en cuanto a los plazos, y ha comenzado a haber cheques de vuelta, algo que hace seis meses no pasaba. Mi empresa particular no está en un rubro vinculado directamente a la construcción, sino que el 80 por ciento de lo que producimos son pallets y maderas para acomodación de productos que se exportan, entonces la demanda ha bajado un poco menos. Pero estamos certificados con ISO 9001 y estamos en proceso de certificación de cadena de custodia FSC.

2- Lo que estamos sufriendo mayormente las PyMEs industriales es la baja rentabilidad que tenemos. Ha subido la materia prima, que es lo fundamental para nosotros. Hay empresas que lo han podido trasladar el aumento y otras no. Y la gran presión tributaria es el otro flagelo que tenemos. Estamos perdiendo mucha rentabilidad; casi diría que estamos empatando y una industria tiene que seguir reinvirtiendo para poder suplir los desgastes de equipamiento. Al ser todos PyMEs estamos todos muy preocupados.

3- Existen expectativas favorables en algunos sectores muy puntuales: envases, pallets… Depende de en qué sector. En la construcción vemos un segundo semestre complicado, con caída de ventas. Al menos que salga un plan de viviendas. Hay que cambiar la mentalidad cultural que sólo construye con cemento y ladrillos. Ver la posibilidad de trabajar en más volumen. La casa que se está terminando en Federación para ser la sede de IMFER (ver Todo Madera), totalmente en madera, es extraordinaria. Queremos difundir este sistema constructivo y utilizar más el eucalipto. Una vez que uno construye en madera, y lo hemos escuchado de boca de arquitectos que han tenido la experiencia, no construimos más en cemento. Es mejor el sistema constructivo en cuanto a rapidez, el costo inferior por metro cuadrado, y las condiciones en cuanto a acústica y a comportamiento térmico.

– Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (AMAYADAP), norte de Misiones. Diego Eskiviski, gerente.

1- Es muy difícil establecer estadísticas globales, porque las realidades de las empresas son distintas. Pero haciendo un sondeo entre los asociados, hay grises. Algunos están trabajando en forma normal y otros sí están sufriendo una caída importante en las ventas al mercado interno. Hay realidades dispares entre los asociados. Pero se está sintiendo un poco la caída. En líneas generales, la industria de la primera y la segunda transformación se dirigen al mercado de la construcción, con productos como tablas, machimbre y tirantería. Una menor cantidad de empresa produce molduras y otros productos específicos con finger joint. Los productos que tienen más problemas son los que se dirigen a la industria de la construcción, que están teniendo una caída importante. Hay competencia por precio, tanto por oferta de aserraderos de Misiones como de industriales de Corrientes. Y a aserraderos grandes como Alto Paraná, que ofrecen mucha financiación, es difícil competirles. No ha habido desvinculación de personal, pero sí hubo algunos pocos casos en los que disminuyeron las horas de trabajo. Pero hasta ahora se viene aguantando.

2- Hubo un repunte en las exportaciones y también en la intención de exportar. Se salieron a buscar mercados anteriores; hay empresas que sí se dedicaron a exportar un poquito más. Pero esta situación no hace la gran diferencia. Con un valor del dólar tan atrasado como estaba, esta devaluación del 30 por ciento que se dio ayudó un poco. Sí es una alternativa para descomprimir el mercado interno y las empresas están viendo el mercado de exportación; qué se puede cerrar y qué no. La exportación tiene la ventaja de la seguridad y la rapidez en el cobro. Los mercados a los que se está vendiendo son, básicamente, Estados Unidos, y algunos negocios están saliendo o por salir a Brasil.

3- Nosotros estamos a la espera de ver qué pasa con la economía. El sector maderero depende absolutamente de cómo está la calle, del humor de la gente, de la construcción. También depende bastante de la obra pública. Nosotros vemos que la actividad sigue en los mismos niveles. Nosotros en Misiones tenemos obras con el IPRODHA, el programa de viviendas del Estado provincial, y eso por suerte está funcionando bastante bien. Con eso hay expectativas de que siga.

Fotos: Archivo Desarrollo Forestal.

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