(Buenos Aires, 23 de octubre de 2013). Argentina denunciará a Uruguay ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por su decisión unilateral de aumentar la producción de la fábrica de celulosa UPM-Botnia, según ha informado el miércoles 9 de octubre su ministro de Exteriores, Héctor Timerman. Por otro lado, Timerman difundió estudios técnicos que monitorean las aguas del río Uruguay y UPM prometió inversiones en el tratamiento de efluentes de planta fraybentina. Además, trascendió que UPM proyecta construir en Uruguay una tercera planta de celulosa. Información difundida en medios nacionales rioplatenses.
"El gobierno argentino ha resuelto recurrir a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por la decisión unilateral de Uruguay de permitir un aumento de la producción de UPM-Botnia", anunció el ministro Timerman en un acto realizado el 9 de octubre en Casa Rosada.
Timerman explicó que la decisión del gobierno uruguayo "afecta a la soberanía ambiental de Argentina" porque el aumento de la producción en la papelera -una de las industrias más contaminantes del mundo- perjudicará al entorno natural del río Uruguay, que sirve de frontera a ambos países.
Además, el jefe de la diplomacia argentina ha argumentado que "viola los tratados bilaterales", que obligan a Buenos Aires y a Montevideo a negociar cualquier medida que pueda cambiar el actual estatuto del río Uruguay.
Timerman ha acusado al país vecino de "romper unilateralmente" el diálogo. "Argentina lamenta que los intereses de UPM-Botnia se hayan convertido en un factor determinante en la relación con Uruguay", ha concluido, reiterando que, tanto en este caso como en el de los "fondos buitre" su país "impedirá ser doblegado por una empresa multinacional".
Héctor Timerman reclamó a Uruguay "volver a la mesa de diálogo"
"La Argentina le solicita formalmente al gobierno uruguayo que retrotraiga la decisión (de aumentar la producción de la pastera) y que continuemos en la mesa de diálogo. Le mandamos a Uruguay dos mensajes, este es el tercero. Voy a esperar un par de días", manifestó Timerman.
Acompañado por un video y el relato de una locutora, expuso las conclusiones del informe sobre el grado de contaminación por la producción de pasta celulosa de Uruguay. Estuvo escoltado por el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri.
El informe se difundió a una semana de que el presidente uruguayo, José Mujica, decidió autorizar a la ex-Botnia a aumentar su producción de 1 millón de toneladas anuales a 1,1 millones toneladas anuales.
Aumento de la producción
El viernes 4 de octubre el presidente uruguayo, José Mujica, anunció que su Gobierno había autorizado a UPB-Botnia a aumentar su producción, aunque no detalló cuánto, a cambio de mejorar el tratamiento de los residuos vertidos al río Uruguay.
La fábrica de celulosa, por su parte, se comprometió a mejorar las condiciones ambientales. En concreto, UPM-Botnia aseguró que perfeccionará la refrigeración del agua vertida al río Uruguay y que reducirá el índice de fósforo.
En respuesta, el Ministerio de Exteriores de Argentina emitió un comunicado recordando la obligación de Uruguay de negociar la medida y advirtiendo de que, en caso contrario, los tratados bilaterales habilitan al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a ir a La Haya.
"El interés de Botnia-UPM, por más poderosa que sea, no puede promover la violación de fallos internacionales ni de acuerdos entre naciones hermanas. Con este espíritu de respeto y amistad deben ser tratadas todas las presiones que intente efectuar dicha empresa", subrayó.
Para evitar una nueva batalla judicial por la papelera, Mujica y Fernández de Kirchner acordaron en los primeros días de octubre que delegaciones de los dos países se reunieran en Buenos Aires para resolver esta cuestión a nivel bilateral.
"Tenemos diferencias, podemos tener discrepancias, pero en definitiva todos los presidentes de la región tenemos que entender que la unidad es el único camino para seguir en paz", dijo la jefa de Estado argentina ante la atenta mirada de su homólogo uruguayo.
"Estamos en el mismo barco. El río que nos separa, es también el río que no une", aseveró Mujica, recordando que "los pueblos argentino y uruguayo son más que hermanos. Nacimos de la misma placenta, tenemos un mismo sentir", destacó.
Sin embargo, el diálogo apenas duró 24 horas porque Mujica ratificó después su decisión de autorizar un aumento de la producción, en 100.000 toneladas anuales -la mitad de lo solicitado- y con la condición de que la temperatura de sus vertidos no supere los 30 grados centígrados y de que reduzca la cantidad de fósforo de los mismos.
"Me siento federal y "artiguista" pero estoy en Uruguay y debo cuidar el trabajo de los uruguayos en la cadena forestal", ha explicado, al tiempo que ha revelado que es una "decisión dolorosa" porque enfrentará al país con su vecino.
Más información en Desarrollo Forestal impreso de octubre.