Crecen en Corrientes las forestaciones en manos de pequeños productores

(Buenos Aires, 2 de septiembre de 2013). Desarrollo Forestal conversó telefónicamente con Luis Mestres, director de Recursos Forestales de Corrientes, quien abordó una amplia cantidad de temas referidos a la actualidad foresto industrial de la provincia. Mestres estima que “la masa forestal que tiene Corrientes” es de “alrededor de 500.000 hectáreas”. Adelanto de una extensa entrevista exclusiva que se publica en Desarrollo Forestal impreso.

– ¿Cómo marcha la campaña de plantaciones 2013?

– Bien. Nosotros en 2012 tuvimos presentaciones por 29.000 hectáreas, que son las que se están ejecutando ahora. De la campaña 2013 vamos a recibir las presentaciones hasta fin de año. Ya en agosto estamos llegando a las 15.000 hectáreas de solicitud, pero todavía falta hasta diciembre. Estamos en plena tarea de inspecciones de campos; tenemos muchísimas inspecciones para hacer. En general, la situación está bien. Están saliendo algunos pagos de la ley 25.080.

– Te lo preguntaba porque los comentarios que llegan desde Misiones son que en esta campaña los pequeños productores están plantando muy poco.

– Respecto de pequeños productores, nosotros estamos trabajando en la resolución vigente de Pequeños Productores Agrupados. Nosotros estamos trabajando en ese esquema, en el que se exige que haya una entidad que los represente. Nosotros tenemos muchos proyectos de ese tipo, y cada vez está habiendo más. Estamos superando ya las 1.500, 2.000 hectáreas por año con estos esquemas de Pequeños Productores Agrupados, donde nosotros los ayudamos en la organización del grupo. Ahí también contamos con el apoyo de los Técnicos Regionales de Ministerio de Agricultura de la Nación, que antes eran los NEFs y forman parte del Área de Extensión Forestal. Estamos trabajando en conjunto. Y nosotros, a su vez, tenemos la ley provincial Nº 6058 de fines de 2011, donde nosotros hacemos un acompañamiento a los pequeños productores. En realidad, son plantaciones menores a 50 hectáreas. Nosotros aseguramos a nivel provincial que una vez que se haga la certificación a campo de la plantación en el término de 90 días el Estado de Corrientes paga el 85 por ciento del monto del incentivo de Nación y quien foresta cede al Fondo Provincial el derecho de cobro a cuando Nación pague el incentivo. Esto es en base a que, en general, los pagos de Nación no salen en tiempo y forma y quienes plantan quieren hacerlo como una cadena: cuando cobran un plan, con eso mismo generan otro plan. Pero cuando el aporte no reintegrable no llega, se corta esa cadena. Nosotros queremos que esa cadena no se corte, entonces hacemos el pago dentro de los 90 días de certificado en el campo que está todo bien y, por supuesto, con toda la documentación legal en orden. Aclaro esto porque muchas veces la gente se queja que su expediente está parado, pero en realidad muchas veces falta alguna documentación.

– Es un dato importante la cantidad de forestaciones anuales hechas por pequeños productores agrupados. Porque la imagen del perfil forestal de Corrientes era que no tenía tanta atomización en las plantaciones, algo que sí ocurre en Misiones. Habría una tendencia a diversificar la cantidad de productores forestales en Corrientes.

– Ésa es la idea. Lo que pasa es que, históricamente, hay una realidad bien distinta de los que son Misiones y Corrientes. Primero, Corrientes tiene un tamaño tres veces mayor al de Misiones y, a su vez, Misiones tiene bastante menos disponibilidad de extensiones de tierras para albergar a productores medianos o grandes. Ellos están un poco más restringidos en la disponibilidad de tierras, que no es el caso de Corrientes. Pero hubo una política provincial de acompañar a los más pequeños y por eso la ley Nº 6058.

– ¿Existe alguna zona en especial en la que se estén concentrando plantaciones de pequeños productores?
– No, está distribuido en toda la provincia. Obviamente, hay un trabajo técnico de la Dirección y también de Nación, que nos acompaña. Avanza en la medida que se hacen charlas de capacitación; muchas veces a las entidades hay que instruirlas para que estén aptas para representar a pequeños productores. Y en la medida en que se va difundiendo, por suerte cada vez tenemos más demanda. Nosotros también les proveemos, entonces nos aseguramos que ellos reciban material de calidad. En algunos casos hemos firmado convenios de cooperación con empresas forestales importantes, donde ellos nos proveen el material. En algunos casos donan una parte, en otros nosotros nos hacemos cargo del costo de ese material. Porque la idea es que también el pequeño productor acceda a material genético de buena calidad. No sirve de nada estar promocionando el cultivo forestal y que después ellos tengan problemas por no acceder a buena genética.

– Respecto de la captación de inversiones, aunque tu área sea estrictamente forestal, ¿escuchaste de caso de empresas que se hayan trasladado desde Misiones, que es una zona donde algunos industriales se quejan tanto de la falta de disponibilidad de madera como de una mayor carga impositiva?

– Sí, hace ya un tiempo algunos industriales de Misiones han decidido instalarse con algunas industrias en Corrientes. Pero también te digo que Corrientes está proveyendo de mucha materia prima a muchas industrias misioneras. En algunos casos, del 30 por ciento al 40 por ciento de la materia prima de algunas industrias proviene de Corrientes –lo mismo pasa con Entre Ríos, con el norte de Santa Fe-. Siempre el gobierno provincial estuvo claramente definido en la atracción de inversiones, poniendo herramientas de financiamiento, pero en esta situación general del país es complicado pensar en grandes inversiones. Que, obviamente, se necesitan. Porque la masa forestal que tiene Corrientes nosotros la estamos estimando en alrededor de 500.000 hectáreas forestadas. Pero empieza a haber elementos que no son de resorte provincial. Por ejemplo, la ley de Extranjerización de la Tierra –que pone tope a la compra de tierras por extranjeros- limita mucho en la toma de decisiones. Los últimos cambios en la Comisión Nacional de Valores, que puede llegar a intervenir en una empresa, genera mucha incertidumbre; el cepo cambiario, que impide que las empresas extranjeras dispongan libremente de sus beneficios… Son todos temas que repercuten no favorablemente en la decisión de invertir en Argentina. Uno siempre piensa que esto va a mejorar, pero la realidad es que Corrientes tiene el desafío grande de lograr atraer grandes inversiones.

– Mencionaste la venta de rollos fuera de la provincia. En algunos casos con fletes de hasta 300 kilómetros. ¿Cómo se explica que sea rentable? ¿Es la única forma de vender rollos o se está pagando más por esa materia prima?

– Ésa es la realidad que se está viviendo. A nivel regional, falta materia prima en un lugar y está en otro. En el sector foresto industria está estipulado hasta dónde se puede hacer un flete con materia prima de manera rentable. Y pasan estas cosas que llaman la atención, con fletes excesivamente largos para transportar materia prima. Bueno, es una realidad que tenemos que tratar de revertir, y que el flete entre el bosque y las industrias es menor. Lo mismo está pasando vía ferrocarril; se está transportando mucha madera, si bien el ferrocarril permite hacer fletes más largos. Es una realidad que estamos viviendo; la idea es tender a industrializar lo más que se pueda la madera en Corrientes. Un producto elaborado admite fletes mayores. Se está trabajando, al igual que en el tema infraestructura. Uno mira cinco años para atrás el problema energético que había en Corrientes y en muchos lugares se ha solucionado. En otros, todavía no. En cuanto a caminos, lo mismo. Se ha trabajado muchísimo en ese tema y se está trabajando mucho en el tema puertos para aprovechar realmente la ventaja de la vía fluvial. Tenemos un problema con la Ley de Cabotaje, por la cual las barcazas de bandera extranjera que cargan en un puerto argentino no pueden descargar el material en otro puesto argentino si antes no pasan por un puerto extranjero. Esa ley es de la década del ´40 pero a esta altura no parece tener sentido. Y la gran mayoría del transporte fluvial no está bajo bandera argentina. Y es también limita. Y no disponer de infraestructura en puertos –más allá de esta ley-, genera que muchas posibilidades de negocios no se puedan concretar porque faltan puertos. Pero se está trabajando en ese tema, que no es de resolución rápida. Como también se está trabajando en caminos.

Foto: Archivo Desarrollo Forestal.

Más información en Desarrollo Forestal impreso de agosto (Año XXII, número 218).

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