(Buenos Aires, 19 de junio de 2012). Desarrollo Forestal se entrevistó en Santiago del Estero con Tomás Schlichter, coordinador de Investigación Forestal de INTA. Fue durante el 2º Congreso Nacional de Sistemas Silvopastoriles, que se realizó del 9 al 11 de mayo en Vivero San Carlos, en La Banda: «En INTA se ha incorporado muchísima gente joven en los últimos tiempos. A muchos los ves acá en este Congreso; son los organizadores. Todos están haciendo su maestría o doctorado con una enorme calidad».
– Éste es el segundo Congreso Nacional de Sistemas Silvopastoriles. ¿Qué avances y qué cambios se pueden notar respecto del primero?
– Me parece que hay todavía más asistentes que en el Congreso anterior. Hubo excelentes (enfatiza) charlas. Creo que se amplió la cantidad de sitios en la Argentina en los que por lo menos se está hablando de los sistemas silvopastoriles.
– Se habló también de la variedad temática de la presentación de los trabajos.
– Sí. Es muy amplia; pero sigue siendo, todavía, mayormente la influencia de árboles sobre crecimiento de pastos. A eso le sigue la influencia del manejo del bosque sobre los árboles. Hay muy poco sobre el suelo, muy poco sobre producción animal y muy, muy poco sobre sistemas de producción. Es decir, qué impacto tiene instalar un sistema recomendado por uno en un predio sobre el resto de los potreros. Es decir, puede ser que en un lado haya un bosque, en otro lado haya pastizales, en otro un sistema silvopastoril. ¿Cómo interactúan entre ellos? De eso no tenemos información. Tenemos que empezar a investigar sobre fincas enteras.
– Esto les sirve a INTA y a los estados para fijar políticas.
– Y a todo el país. La otra pregunta es qué pasa a nivel ecológico en un paisaje silvopastoril. No sólo cuáles son las consecuencias dentro del rodal, sino qué pasa con la biodiversidad dentro de un esquema mucho más grande donde están la soja, el algodón, los bosques, el rolado amplio, el rolado angosto… Todas esas cuestiones. O sea que tenemos bastante para trabajar.
– Como coordinador nacional del Programa Forestal, desde el área de investigación de INTA, ¿qué puede decir respecto de la actualidad de la investigación forestal en Argentina?
– Yo creo que ha mejorado muchísimo (enfatiza). Ha mejorado muchísimo. Yo lo puede decir más desde INTA que desde las universidades. No porque en las universidades no pase, sino porque no las conozco tan bien. Pero en el INTA se ha incorporado muchísima gente joven en los últimos tiempos. A muchos los ves acá en este Congreso; son los organizadores de este Congreso. Todos están haciendo su maestría o doctorado con una enorme calidad. Los resultados se van a ver más adelante. Porque vos incorporás gente y ponés más dinero para que hagan sus tesis, sus investigaciones. Los resultados se ven en cinco o seis años, cuando esa gente empiece, a su vez, a formar más gente.
– Y sumado al fuerte impulso que se le pretende dar al sector desde el Plan Estratégico Industrial 2020…
– Sí. Este Congreso es parte de la gente joven. Así que yo creo que la investigación forestal está pasando por un buen momento. En las universidades no conozco la situación tan profundamente. Desgraciadamente, todavía tenemos que aumentar mucho más el nivel de integración entre el INTA y las facultades. Todavía el carácter del investigador es, a veces…
– …encerrarse.
– Encerrarse. Hay que abrirse mucho más.
Foto y video: Desarrollo Forestal.