(Buenos Aires, 21 de marzo de 2012). La Asociación Forestal Argentina (AFoA) envió un comunicado de prensa en el que se resalta que se perdieron en el planeta 10 hectáreas de bosques por minuto entre 1990 y 2005. El cálculo se hizo en base a un dato de FAO: se deforestaron 230 millones de hectáreas de bosques entre 1990 y 2005. Sin embargo,
la superficie de plantaciones forestales es mayor de lo previamente estimado por FAO. Los resultados de la evaluación global de los bosques por teledetección muestran que en 2005 la cubierta forestal del planeta era de 3 690 millones de hectáreas, o el 30 por ciento de la superficie terrestre del planeta.
Un nuevo estudio basado en tecnología satelital, publicado por el Fondo de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), proporciona una imagen más precisa de los cambios que se produjeron en los bosques del mundo y muestra que la superficie de boques disminuyó entre 1990 y 2005.
Los resultados de la evaluación global de los bosques por teledetección muestran que en 2005 la cubierta forestal del planeta era de 3 690 millones de hectáreas, o el 30 por ciento de la superficie terrestre del planeta (consultar en http://www.fao.org/news/story/es/item/98329/icode/)
Estos nuevos resultados indican que la tasa de deforestación del mundo fue en promedio de 14,5 millones de hectáreas al año entre 1990 y 2005. Probablemente por la conversión de bosques tropicales a tierras agrícolas.
Por otro lado, el estudio revela que en todo el mundo, la pérdida neta de superficie forestal entre 1990 y 2005 no fue tan grande como se pensaba, ya que la superficie de plantaciones forestales es mayor de lo previamente estimado.
En este escenario, AFoA invita a valorar los aportes en bienes y servicios fundamentales que otorgan los bosques implantados. Estos representan un recurso renovable y reciclable como la madera para usos imprescindibles para la vida diaria, como viviendas, energía, muebles, papel, entre cientos de productos.
Suministra además servicios ambientales necesarios para un equilibrio vital: protección del suelo, del agua, de la biodiversidad y cada vez más valioso, absorbiendo los gases de efecto invernadero y con ello, morigerando el cambio climático.
“El Estado ha promovido leyes de protección de bosques nativos (Ley 26.331) y de promoción de bosques de cultivo (Ley 25.080) que señalan una voluntad de acción que debe ser profundizada para asegurar los objetivos que las impulsaron”, afirmó Jorge Barros, presidente de AFoA.
Veintiuna provincias ya tienen los bosques nativos ordenados y se plantan más de 30 millones de árboles por año para abastecer la industria. El 30 por ciento de los bosques cultivados están certificados por sostenibilidad por un sello internacional y se ha desarrollado un sello nacional que permitirá la incorporación de pequeños productores al sistema.
Fuente: AFoA.
Foto: Archivo Desarrollo Forestal.