(Buenos Aires, 26 de agosto de 2010). La asamblea ampliada de Gualeguaychú decidió anoche volver a cortes de rutas programados, a pesar del acuerdo de control del río Uruguay por la ex Botnia, firmado por Argentina y Uruguay. Ayer la asamblea confirmó la decisión de endurecer las medidas de protesta, luego de haber levantado el corte permanente el 19 de junio para favorecer las negociaciones bilaterales.
Según determinó la asamblea, las nuevas medidas se harán efectivas todos los domingos de septiembre. Se tratarán de cortes de cuatro horas aproximadamente: empezarán dos horas antes de las asambleas, a las 15:30, y concluirán al final de las habituales asambleas.
El 6 de octubre se realizará una nueva asamblea ampliada que decidirá la continuidad o no de los “cortes programados”. Hoy, una cosa es segura: el acuerdo de la presidenta Cristina Fernández y su par de Uruguay, José Mujica, para monitorear doce veces al año no ha conformado a la Asamblea.
Anoche la asamblea ampliada analizó centralmente dos temas: el mencionado acuerdo de monitoreo y las medidas a tomar en el futuro inmediato. “Hay insatisfacción con el acuerdo –dijo el abogado Osvaldo Fernández a un medio de prensa argentino-. También somos todos concordantes en reivindicar la vuelta al diálogo, que se ha dado en las últimas semanas; en la necesidad de tomar alguna medida de protesta; en continuar insistiendo en reclamos históricos como la aplicación del Código Aduanero y el desarrollo de un Plan de Vigilancia de Salud en la ciudad; exigir al Gobierno que respalde a la Justicia Federal cuando envía exhortos a los empresarios de Botnia que residen en suelo uruguayo, etc.”.
Los puntos centrales de debate fueron la moción de prorrogar la tregua en el corte de ruta y la decisión acerca de qué medidas deben tomarse en el futuro. La idea de volver a cortar la ruta de manera continua seduce a una minoría, integrada por los mismos asambleístas que votaron no bajarse hace dos meses. Otros, mocionaron realizar caravanas en la ruta internacional 136.
Esas caravanas terminarían en una concentración multitudinaria en Arroyo Verde, con lo cual entre la lenta movilización automovilística y la reunión posterior se generarían cortes breves. Esa última propuesta fue la que sufrió variantes para tomar la decisión: volver a la ruta, al menos, todos los domingos de septiembre.