En el ámbito de un programa experimental de restauración de bosque nativo, el Parque Nacional Lanín y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA-Bariloche) implantaron más de 1.000 ejemplares jóvenes de araucaria araucana en áreas afectadas durante el verano pasado por los incendios forestales en la región de Tromen. Son árboles jóvenes cultivados a partir de semillas recolectadas en la región.
Las plantaciones se realizaron con araucarias araucanas de hasta un metro de altura, producidas en el vivero del INTA con semillas recolectadas años atrás en esa misma región. Esta especie también es conocida comercialmente como pino araucaria o pino araucano, y solamente habita en Argentina y Chile. De esta manera, las instituciones pretenden reponer la misma cantidad de ejemplares perdida en los incendios para garantizar en el mediano plazo la dotación de araucarias que, a futuro, pueda repoblar naturalmente el área.
En diálogo con Desarrollo Forestal, la integrante del Grupo de Genética Forestal de INTA-Bariloche, Fernanda Izquierdo, explicó que para realizar esa actividad “es conveniente restaurar los lugares afectados por incendios con semillas de la misma zona para conservar la diversidad de las especies”.
En los trabajos participan técnicos, guardaparques y brigadistas de los departamentos de Conservación y Manejo, y de Incendios, Comunicaciones y Emergencias (ICE) del Parque Nacional, junto con los responsables de la Unidad de Genética Ecológica y Mejoramiento Forestal de INTA Bariloche.
Esta actividad es parte de un plan a largo plazo que contempla nuevas cosechas de semillas de las diversas especies forestales afectadas por el fuego, como araucaria, ciprés de la cordillera, ñire y lenga. El objetivo es que con el correr de los años se replique este esquema de plantaciones en otros sectores del bosque que sufrieron pérdidas por el fuego.
En el Parque Nacional Lanín es la primera vez que se implementa un programa de este tipo, aunque ya se ha experimentado con repoblaciones asistidas en el Parque Nacional Nahuel Huapi en 1999, en la zona afectada por el incendio del Chalhuaco, pero debido al poco tiempo transcurrido para la vida del bosque resulta todavía temprano medir sus resultados.
El equipo de INTA Bariloche cuenta con una experiencia exitosa en plantaciones demostrativas, con 15.000 ejemplares de ciprés de la cordillera dispuestos en sectores afectados por el incendio ocurrido en Cerro Catedral en 1996. Más información en la versión impresa de junio de Desarrollo Forestal.