En una etapa de reacomodamientos, por la crisis financiera mundial que ya repercute en Argentina, existen amenazas pero también oportunidades. Caída de demanda, recorte de personal y de horas de trabajo, y alto costo de financiación están entre las primeras. Sin embargo, se mantienen las tasas de forestación previstas para 2009 y hasta algunos pronostican que habrá capitales que se vuelquen al sector ante la volatilidad bursátil y de los bancos.
Una de las primeras consecuencias de procesos económico financieros delicados –como el actual- es el cierre temporal o definitivo de establecimientos industriales que trabajen en los márgenes del sistema, ya sea en negro o comprando madera sin factura. O sin un producto que se diferencie, con poco valor agregado.
“A niveles normales de demanda externa de productos de pino, no hubiese habido un volumen importante de machimbre de pino disponible en el mercado interno –afirmó Javier Fracalossi en conferencia de prensa durante las recientes Jornadas Forestales de Entre Ríos. En otra oportunidad se hubiera transformado en tableros, molduras o algún otro producto. Al estar paralizadas las colocaciones de molduras y tableros prepintados Alto Paraná S.A., por ejemplo, volcó muchísimo machimbre al mercado interno, con valores que son muy bajos. Lo cual a nosotros nos afecta (los productores entrerrianos de eucaliptus grandis), si bien no es el mismo producto, porque está dentro del mismo mercado. No lo llamaría dumping. Siempre que hay crisis la empresas grandes tienen otras formas de encararlas que las PyMEs como nosotros. Nosotros no podríamos darnos el lujo a fin de año de pasar en nuestro estado de cuenta algún número en rojo. Y las empresas de esa magnitud no tendrían inconveniente. Son inversiones“. Otra de las aristas de la coyuntura actual es tener la posibilidad de compensar caída ventas con un mix de productos diversificados. Fracalossi reconoció ante la consulta de Desarrollo Forestal que su empresa pudo atenuar la caída de ventas porque ingresó en nichos de mercados con productos reprocesados.
De todas maneras, la retracción de la demanda va del 10 al 40 por ciento, según el perfil de las empresas, los mercados y la capacidad de adaptación de cada una.
Sergio Corso, presidente del aserradero Maringa Maderas –Federación, nordeste de Entre Ríos- y titular de la asociación empresaria IMFER (Industriales Madereros de Federación), afirmó: “Se ha sentido mucho la crisis en la cuenca de eucaliptus del río Uruguay, en particular en todas la empresas relacionadas directamente con la construcción. En algunos casos, en el sector relacionado directamente con la construcción la caída fue, en esos meses, de un 50 por ciento. En lo sectores relacionados con el embalaje y envases la caída fue del 20 por ciento. Y con merma de trabajo y algunos despidos. Y con reducción de los días laborables, como para mantener la posibilidad de trabajar en forma rotativa. Como medida preventiva para que no haya despidos. Pero la verdad es que estamos muy preocupados”, dijo ante los medios especializados que asistieron a las Jornadas Forestales de Entre Ríos, el 30 y 31 de octubre en Concordia.
En el caso de Misiones es más drástica la caída de los aserraderos que exportaban gran parte de su producción a Estados Unidos. Al conocido cierre de Fiyoint S.A. –en el que la empresa instalada en San Ignacio despidió a 120 obreros, a los que les adeuda unos $400.000 en sueldos, informó MisionesOnline-, se sumó el pedido de 10 aserraderos de AMAYADAP y dos de APICOFOM ante la provincia para que les sea otorgado el “concurso preventivo de crisis”, un paso previo para reducir horas de trabajo o despedir empleados por “causas ajenas a la actividad comercial”.
Christian Lamiaux, gerente de APICOFOM, le dijo a Desarrollo Forestal: “Se está haciendo más evidente que se está entrando en una crisis importante de demanda, internacional y ahora también nacional. Hay algunos despidos y achicamiento de turnos de trabajo”. En tanto, Jorge Pujato –secretario de AFOME- declaró ante este medio que existe una caída de actividad de un 20, en promdio, y oscilando entre un 10 y un 40 por ciento, según los casos. “Nadie quiere tomar decisiones drásticas, por eso se suspenden horas de trabajo o se sacan turnos. Existe una caída de servicios importante; el obrero que está en el campo y trabaja en cosecha forestal es el que más siente el parate”.
En el caso de Corrientes, ya había trascendido meses atrás que Forestadora Tapebicuá –integrante de Grupo a Tapebicuá, que incluye Celulosas Argentina- había reducido su plantel de empleados en 200 personas, con 140 despidos y 60 retiros voluntarios, precisaron voceros de la empresa. Es decir, quedaron trabajando 530 personas en la planta de Gobernador Virasoro. En este caso, Desarrollo Forestal pudo saber off the record que los cambios se debieron más a una reorientación estratégica impulsada por los nuevos dueños que por la crisis internacional. Fue adquirida a fines de 2006 por un grupo empresarial que lidera el estadounidense Douglas Albrecht, que más adelante compró el fueguino Aserradero Bronzovich, que al cierre de esta edición comenzaba un proceso para certificar sus bosques bajo estándares FSC.
Diferente es el caso de Enrique Zeni y Cía., establecido en la localidad correntina de Esquina, que bajó el consumo de madera de pero no paró su actividad ni despidió personal. Donde sí se siente fuerte la crisis es en pequeños aserraderos del centro de Corrientes. “Hay mucha informalidad en la industria de las localidades de Santa Rosa, Saladas, Concepción y San Miguel –afirmó a Desarrollo Forestal el viverista Rodolfo Goth-. La industria pequeña o mediana de la región centro de Corrientes está paralizada. Están trabajando muy poco, básicamente acopiando materia prima. Eso implica despidos o vacaciones anticipadas o trabajo de menos horas”.
Forestaciones, a buen ritmo
Diferente es el caso de las forestaciones. ¿La crisis actual va a afectar el nivel de forestaciones en 2009? “Es difícil saberlo –respondió Alejandro Giúdici, presidente de AFoA Río Uruguay en la citada conferencia de prensa en Concordia-. Puede ser un factor determinante. Yo particularmente no le veo una relación muy directa”. Luis Mestres, director de Forestación de Corriente, sostuvo el 30 de octubre en INTA Concordia: “Yo no creo que la crisis actual esté relacionada con el ritmo de plantaciones. Porque vos estás plantando de acá a 15 años. Corrientes recibió presentaciones para plantar 48.000 hectáreas en 2008, que cerró el 30 de junio. Y de junio a septiembre, en tres meses nada más, llegaron presentaciones para plantar 38.000 hectáreas en 2009. Creo que es una muestra de que hay voluntad de seguir”.
Respecto de le ritmo de forestaciones que habrá en Corriente el año que viene, Goth señaló: “Yo creo que va a haber un buen cumplimiento de las 38.000 hectáreas presentadas para plantar en 2009. Se va a forestar gran parte de lo presentado”. Quien también reconoció que no se han detenido las inversiones primarias en Misiones fue Ivo Götz, consultor forestal afincado en la localidad misionera de Wanda: “Siempre se foresta. Aunque la situación no es la ideal”, le dijo a Desarrollo Forestal.
Foto: Desarrollo Forestal.
Más información en Desarrollo Forestal de noviembre (Año XVIII, número 171).