Las autoridades del Ministerio de Trabajo de la Nación y de la provincia de Formosa financian desde principio de año un proyecto con el objetivo de producir pellets de madera. En la actualidad sólo existen dos fábricas de pellets de madera en Argentina: la de Enrique Zeni & Cía. en Esquina, Corrientes, y la de Lipsia S.A., en Puerto Esperanza, en el Alto Paraná misionero. En ambos casos es a partir de residuos de madera cultivada.
La construcción de la fábrica de pellet se desarrolla en la ciudad de Palo Santo, una localidad del Departamento de Pirané, ubicada al sudeste de la provincia de Formosa y a 135 kilómetros de su capital.
El pellet de madera es utilizado para generar un biocombustible conocido desde los años 80 en los países nórdicos y en Estados Unidos, en donde existen grandes extensiones forestales. Además, en la actualidad es un combustible muy demandado por los países del primer mundo.
El crédito destinado a la construcción de la planta es de casi $2 millones. La iniciativa es financiada conjuntamente por el Ministerio de Trabajo de la Nación -un 70 por ciento del costo total- y por la provincia de Formosa -el restante 30 por ciento-.
“Palo Santo es una ciudad forestal, con más de 80 industrias que se dedican a la actividad, pero que han crecido en forma desordenada. Uno de los problemas más graves es la ubicación de los residuos forestales, es por ello que encabezamos este proyecto”, comentó en diálogo con Desarrollo Forestal el intendente de la ciudad de Santo Palo, Luis Jorge León.
Las autoridades de la provincia trabajan desde 2004 en la posibilidad de instalar la fábrica de pellet en Palo Santo debido a que conocen los beneficios del emprendimiento, teniendo en cuenta que el pellet es un biocombustible que se utiliza fundamentalmente en la Unión Europea y en los países nórdicos.
A partir de la fusión de los pellets se produce un biocombustible, compuesto por viruta, aserrín y de otros derivados de la industria maderera. Generalmente la materia prima para pellets se tira o se quema, produciendo problemas ambientales para la población, como así también contaminan la capa freática de la tierra.
En Argentina, a diferencia de otros países más integrados industrialmente, gran parte de los residuos generados por la actividad forestoindustrial no tienen uso económico. Existen numerosas regiones que concentran aserraderos PyMEs con baja o media escala de producción, que generan residuos sin una alternativa de uso económicamente viable y, por otro lado, están alejados de las grandes empresas demandantes de residuos -celulosa, tableros y otros-.
El proyecto surgió luego de que autoridades comunales y diferentes empresarios del sector forestal se reunieran para resolver el problema estructural de pellets en la ciudad de Palo Santo. De esa manera, empresarios de sector privado comenzaron a interesan por los beneficios que proponía la instalación de una fábrica de esas características en la localidad.
“El proyecto de la fábrica también prevé que la contratación de un consorcio de carreros, quienes serán los encargados de transportar los pellets. Con esta iniciativa, la provincia intenta nuclear a mano de obra desocupada y resolver el conflicto ambiental que originan los aserraderos y carpinterías de la localidad de Palo Santo”, explicó Alberto Ayala, quien se encuentra a cargo del proyecto en la provincia formoseña.
Por su parte, las autoridades formoseñas y la Gerencia de Empleos de la Nación se encuentran operando conjuntamente con la provincia para llevar adelante el proyecto. Así, técnicos nacionales, municipales y particulares propuestos por empresarios de capital privado se mantienen trabajando en la construcción.
“El manejo operativo de la fábrica será tripartito. Esto es, una parte estará a cargo de autoridades del Gobierno Nacional, otra por el Provincial y la restante funcionará bajo cooperativas de trabajo”, confirmó el intendente de Santo Palo.
Uno de los motivos más importantes por el que fue elegida a la ciudad de Santo Palo para la instalación de la fábrica de pellet se debe a que en esa zona existen muchas carpinterías y aserraderos, que ocasionaban una serie de problemas debido a que los residuos de la industria de la madera no tenían un lugar específico para ser volcados.
El predio destinado a la construcción es de 15 metros de frente por 40 de fondo, y una vez en funcionamiento se manejará con una cooperativa de 30 trabajadores, más un consorcio de carreros que transportarán las virutas y resto de madera desde los aserraderos y carpinterías a la planta.
“La construcción de la fábrica terminará en tres meses y debe comenzar a funcionar en marzo del próximo año. Calculamos que el resultado será de 1.400 toneladas de pellets por mes debido a que los en primeros estudios realizados en 2005 ya se manipulaban cerca de 1.000 toneladas mensuales”, estimó el intendente.
Un factor interesante para el mercado nacional e internacional es que los pellets producen biomasa y biocombustibles, los que generan una alternativa diferente en momentos de mucha demanda global y, además, tienen una rápida colocación en el mercado.
“De las 1.400 toneladas con las que se estima trabajar, el 60 por ciento del volumen total estará compuesto por residuos reutilizables, mientras que en un 40 por ciento de esa cantidad se utilizarán maderas aprovechables”, afirmó el intendente.
Por otro lado, en el contexto internacional se los conoce como “commodities” y se los coloca en la Unión Europea, al igual que muchas otras producciones primarias de Argentina.
Si bien las fuentes consultadas por Desarrollo Forestal aseguraron que es muy pronto para confirmar la existencia de contratos para vender los pellets en el mercado internacional, admitieron que una empresa de origen finlandés, líder en el mercado mundial, se habría mostrado interesada en comprar parte del producto destinado a la exportación.
Las autoridades comunales de la ciudad garantizaron que a partir de la apertura de la fábrica se generarán muchos puestos de trabajo, a los que podrán acceder de forma directa 30 operarios y de manera indirecta muchos más, que según estimaciones de la provincia también beneficiará a las cooperativas de carreros y otros intermediarios.
Una condición esencial del proyecto es que la provincia operará a corto plazo, una vez inaugurado el emprendimiento, con aserrín y los desperdicios del sector forestal de las localidades vecinas como Pirané, Comandante Fontana y otros del lugar.
Más información en la edición impresa 171 de Desarrollo Forestal, de noviembre de 2008.