D&F Muebles dialogó con Pablo Cwik, integrante de la Comisión Directiva de CAFYDMA. El entrevistado afirmó: “Está muy difícil el trabajo porque están todos con miedo, nadie gasta porque los impuestos subieron mucho. La luz y los servicios subieron, subió el combustible, con lo cual la gente se está cuidando mucho”. Información exclusiva.
– Te llamamos para tener un panorama del sector como integrante de CAFYDMA.
– La actividad bajó en general entre un 30 por ciento y un 35 por ciento. Está muy difícil. No es que hubo deflación, ni la va a haber. Mucha gente todavía sigue con el chip del “por las dudas”, hay cierto escepticismo y todavía no están ajustando los precios. De hecho, el día que se levantó el cepo el herrero me aumentó un 10 por ciento y nunca volvió a bajar el precio. Perdió un cliente, porque conseguí uno que me vendió el mismo producto un 30 por ciento menos. También pasa eso. De por sí ya está muy difícil el trabajo porque están todos con miedo, nadie gasta porque los impuestos subieron mucho. La luz y los servicios subieron, subió el combustible, con lo cual la gente se está cuidando mucho. Si la fábrica no se ajusta, se queda sin trabajo.
– Todos están viendo cómo reordenan costos, en la medida que se pueda. No hablo del costo logístico.
– Hoy es el más caro. Hoy la logística a veces es más cara que la mercadería. De hecho, está muy difícil poder trasladarse y participar en exposiciones, por ejemplo. Ser competitivos en esta situación es lo que más cuesta porque todos tenemos miedo. Y encima del otro lado te dicen que el dólar no va a aguantar y vos vas a quedar descolocado con los cheques, porque se vende a 30, 60, 90 o 120 días. No se sabe qué va a pasar, pero ésa es la incertidumbre del país. El resto es costo que uno tiene que volver a mirar. Y muchos están aprovechando para equiparse con maquinaria, si es que tienen la posibilidad. En algún momento esas máquinas les van a servir, porque las máquinas viejas tampoco valen nada.
– Tienen miedo los fabricantes y el público también tiene miedo de cambiar los dólares.
– Obvio. Yo, que tengo un taller y tengo que pagar los aguinaldos a los empleados y estoy con menos ventas, no compro nada en casa. La misma filosofía que uso yo usamos todos en este momento. No te olvides que la clase media es la más castigada: impuestos latos, pagás sueldos, pagás viáticos, todo sube y hay que salir a defenderse con los negocios que también no andan tan bien. Los gastos suben, los locales a la calle se van vaciando, hay menos ventas y se tienen que ajustar los alquileres a la baja.
– ¿La venta e-commerce cómo está funcionando?
– Hoy la venta on line, el funcionamiento del Instagram y todo lo accesorio es lo mismo (en costos) que el (alquiler del) local o más sin empleados. Porque tenés que pagar redes, tenés que pagar a quien lo hace… Ayuda, pero estamos a años luz de ser como los países que venden el 80 por ciento por Internet.
– Sí pareciera que el diseño o el lanzamiento de productos nuevos tuvo eco en FIMAR, por ejemplo. De esa manera algunos fabricantes vendieron.
– Creo que no fue tanto por los productos nuevos, sino que, como todavía no tocaste la lista, el producto nuevo lo hiciste al precio que corresponde. Y por ahí es nuevo y a un precio mejor que todo lo otro que tenés. Habría que ver a qué precios se vendió lo que se vendió, para poder hacer una comparación de este tipo.
Es muy importante la innovación, hacer algo nuevo que guste e ir buscando eso en el mercado porque un mueblero tiene que comprar algo nuevo para poder mostrar a los clientes (enfatiza). Porque el resto lo tengo todo. Te tenés que romper la cabeza para cambiar la vidriera. La gente de Misiones y el Ministerio de Industria de la provincia está conectando a gente de todo el país que fabrica sillas y muebles para que te hagan piezas parte desde allá. Eso está pasando y es una buena iniciativa.
– Vos ves que la gente está tratando de reacomodarse.
– Sí, la gente está tratando de reacomodarse. Lo que sucede, y es lo que más yo sufro, es que va a venir una mercadería de afuera que viene de un país donde no de cobran ingresos brutos, ni el 35 por ciento de ganancias, donde no tienen bienes personales, con lo cual tienen mejores costos. Tienen mejores máquinas y el gobierno, yo sé que no hay plata, pero tendría que bajar el IVA un 3 por ciento o un 4 por ciento, por ejemplo.
Como en otros países del mundo, que el IVA lo pague el consumidor final y no toda la cadena. Ahí el ciudadano puede pensar que están pensando también en la micro (economía) porque ellos la macro (economía) la resuelven. La micro no se resuelve con el mercado, no es así. Así como dejás importar cualquier cosa de afuera, hacemos jugar con las mismas reglas que los fabricantes del exterior. No puede ser que el hierro afuera valga US$ 1 y acá US$ 3.
Leer: La tapicería más antigua del país especializada en Sofás, Sofá Camas y Respaldos
Fotos: Archivo
