Las redes sociales se convirtieron, ante la irrupción del COVID-19, en una herramienta indispensable para la difusión y comercialización de muebles. La opinión de Andrés Zelaya, gerente de Ventas de Ricchezze, en diálogo exclusivo con D&F Muebles.
La pandemia ha acelerado la necesidad de profesionalizar áreas no prioritarias de la gestión de PyMEs fabricantes y comercializadoras de muebles.
Éste fue el diálogo con Zelaya al respecto.
– Nosotros todavía no desembarcamos en las redes sociales. Lo íbamos a hacer de manera casera para aprovechar el boom de conectividad que generó la pandemia, pero preferimos esperar, buscar asesoramiento y hacerlo de modo profesional. El mercado sabe que Ricchezze es líder y un referente en el rubro producción, pero el gran consumidor no sabe quién es Ricchezze.
– No hay un posicionamiento de marca.
– De hecho, muchas veces los productos cuando están armados en el punto de venta no llevan ni la marca que los identifica.
– Entonces piensan trabajar en ese sentido.
– Sí, tenemos que apuntar en ese sentido pronto, pero de manera profesional. La idea es profesionalizar las comunicaciones y las formas en que nos contactamos con el consumidor. Hoy no tenemos contacto con el consumidor final, salvo que entren a la página de la empresa. Hoy el contacto es con los distribuidores de muebles. Queremos empezar a generar que el público pida nuestros productos. Para eso también tenemos que empezar a trabajar en diseños que tengan una impronta y una imagen de la marca.
– ¿Han incorporado mano de obra? ¿Les resultó fácil encontrar el personal con las habilidades requeridas?
– Nosotros hicimos incorporaciones. Tuvimos mucho personal que es grupo de riesgo y no puso ir a trabajar ante el surgimiento del COVID, entonces se cubrieron esos puestos de trabajo y también se tomó más personal para cubrir todas las áreas de producción. Y hoy se ha extendido tanto la pandemia que todas las semanas hay algún empleado que debe aislarse por haber sido contacto estrecho de algún contagiado. Son operarios de niveles básicos. Por ahí cuesta más conseguir personal más jerarquizado, que tenga mayores conocimientos en el manejo de maquinarias.
Fotos: Gentileza Ricchezze.