D&F Muebles dialogó telefónicamente con Leandro Mora Alfonsín, director Ejecutivo de FAIMA, sobre cómo afecta la coyuntura económica al sector foresto industrial y, más en detalle, la incidencia que tiene en el sector muebles. “Lo que se observa es que, en primera instancia, lo que eran ventas programadas, están mostrando una fuerte contracción. Todos (los fabricantes de muebles) registran caída de ventas”.
– Te pido una descripción de la actualidad del sector.
– El sector está pasando por un momento pésimo. Es un momento contractivo bastante fuerte, que todavía no se termina de ver bien en los números (NdR: Días más tarde de la entrevista INDEC publicó que la actividad industrial cayó un 8,1 por ciento en junio respecto de igual mes de 2017). Porque los últimos oficiales disponibles corresponden al primer trimestre del año, que tenía cierta inercia de la recuperación de 2017. Esta recuperación, igualmente, no alcanzó para recuperar la caída de 2016.
El sector no ha terminado de levantar cabeza. No obstante, cambiaron mucho las variables en mayo y en junio post corrida cambiaria. Hicimos algunas encuestas y cambió mucho el panorama desde entonces, Primero, cambiaron las expectativas. Y en el bloque sectorial se espera una caída de no menos del 8 por ciento este año.
– A pesar de haber crecido un 3,3 por ciento en el primer trimestre.
– Sí. Las caídas en el segundo y en el tercer trimestre van a ser fuertes. Para el cuarto trimestre me reservo el pronóstico, porque pueden llegar algunos estímulos (ver recuadro). Lo que se observa es que, en primera instancia, lo que eran ventas programadas, están mostrando una fuerte contracción. Todos registran caída de ventas. A esta caída de ventas se suma el aumento de costos; tarifas, tasa de interés y algunos insumos dolarizados, sobre todo en la industria del mueble. Por ejemplo, algunos herrajes; también el componente de tableros importados incide. Por ende, lo que resulta es una rentabilidad que va hacia la baja. Y esa rentabilidad hacia la baja nos hace concluir que es casi nula la rentabilidad del sector.
– Se ven casos de ofertas de ciertos productos con el único objetivo de recuperar plata en lugar de financiarse con los bancos, cuyas tasas de interés son prohibitivas.
– Eso sucede, por supuesto. La rentabilidad nula implica que no hay inversión (NdR: El uso de la capacidad instalada industrial era en julio, en promedio, del 61 por ciento, según datos de la UIA). Muy difícilmente alguien tome un crédito para comprarse una máquina. Además, en el primer semestre siguieron creciendo las importaciones. Hubo una leve morigeración en junio y en julio por el aumento del dólar.
En el primer semestre las importaciones de muebles crecieron 20,3 por ciento en dólares y 15 por ciento en cantidades. Aumentaron las importaciones de tableros de fibra y de sillas. Las importaciones de sillas aumentaron un 65 por ciento, lo que es muchísimo y, sobre todo, en una etapa contractiva. Los fabricantes están perdiendo mercados.
– ¿Qué información hay respecto del cierre de locales comerciales?
– No hemos visto muchos cierres ni tampoco se registraron muchos despidos. Lo que sí se pudo ver es que hay un aumento de la informalidad, al menos con datos generales de la Encuesta Permanente de Hogares. El porcentaje de informalidad del sector no está muy lejos del 60 por ciento, que es mucho.
– ¿El 60 por ciento de la industria está trabajando sin registración?
– Teniendo en cuenta toda la cadena de valor. Es injusto ese número, porque los muebleros deben trabajar al 40 por ciento de informalidad y ese porcentaje es mayor en la foresto industria. Sí se sabe que hay un aumento de la informalidad. El bloque presenta una dinámica heterogénea: mientras el rubro muebles y aserraderos están complicados, hay grandes jugadores del sector que muestran cierta continuidad en su recuperación en base a que se abrió la exportación para ciertos eslabones de la actividad primaria.
Por ejemplo, los fabricantes de tableros están exportando. Esas empresas no están sintiendo hoy tanto el impacto. La parte del sector que no exporta o no tiene abiertos mercado de exportación la está pasando muy mal.
– Ante este panorama, ¿qué se puede hacer ejecutivamente y qué se puede llegar a conseguir desde FAIMA.
– Nosotros tenemos una agenda bastante abierta con la Mesa de Competitividad que encabeza el presidente (Mauricio Macri), pero ahora estamos trabajando mucho con la Mesa sectorial del Mueble, que reporta a esa Mesa general de la foresto industria. Ahí estamos trabajando un montón de cuestiones microeconómicas. Los principales problemas que tenemos son el sostenimiento de la demanda, los problemas financieros por la tasa de interés elevada y los problemas fiscales. Después están las exportaciones.
Ésas son las cuatro grandes preocupaciones que tiene el sector hoy. En el caso de sostener la demanda, podemos negociar con Ministerio de la Producción que se amplíen las cuotas del Ahora 12 o que se mejoren los tiempos de ejecución del Ahora 12, que antes eran de 48 horas y ahora son dos semanas. O, en el caso de las importaciones, trabajar para implementar los reglamentos técnicos, que implican procesos largos (Más información en el espacio de D&F Muebles en www.maderamen.com.ar).
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