Recesión sector muebles: Aunque hay que esperar que se registre una caída en la actividad durante dos trimestres consecutivos para que haya recesión, ya nadie niega que la reactivación quedará, en el mejor de los casos, para 2019. D&F Muebles consultó a representantes gremiales empresarios de todo el país para conocer qué tan fuertemente está impactando la crisis económico financiera en el sector muebles de la Argentina. Hay empresas que trabajan con rentabilidad nula.
– Rodolfo Martín, prosecretario Gremial de FAIMA, socio de la Asociación de Empresarios Madereros y Afines de Mendoza (ADEMA) y titular de Pedro Martín y Cía. S.A.
– La situación de Mendoza no es distinta a la de todo el país. Estamos en una situación medio crítica. Recién se está empezando a ver un poquito de movimiento, pero la verdad es que está todo el mundo muy preocupado. Se están haciendo gestiones a través del gobierno provincial para ver si puede bajar algunos impuestos, cosa que es bastante difícil. Pero la actividad está muy parada.
– ¿De qué forma se podría empezar a buscar una salida? ¿Bajando la tasa de interés que hoy está en el 47 por ciento?
– Lo que pasa es que el gobierno está enfriando la economía. Está bajando el nivel de actividad. Las tasas de interés son altísimas. Si bajaran, la gente pensaría más en adquirir bienes y no en hacer inversiones financieras. Yo hago muebles de oficinas y proveo equipamientos para empresas y para bancos. Y nosotros estamos trabajando a un 40 por ciento. Es decir, a un 60 por ciento menos de nuestra capacidad instalada.
– ¿Desde cuándo?
– Esto empezó desde fines del año pasado y desde entonces la economía nunca volvió a arrancar. Estamos esperando que arranque. Ya estamos avanzados en el segundo semestre y recién estamos empezando a cotizar obras. Recién estamos empezando a movernos un poquitito más.
– ¿En su empresa, tuvo que reducir personal o tomar alguna decisión similar en cuanto a reducción de costos fijos?
– Hemos estado trabajando con jornadas reducidas durante tres meses, en los que trabajamos la mitad de las horas. Ahora hemos retomado el horario habitual. Nosotros tenemos 14 empleados, con lo que estamos dentro del promedio de la mayoría de los fabricantes del sector.
– ¿Cómo están los plazos de pagos y la situación de los locales comerciales?
– En el caso el caso particular nuestro, las empresas pagan dentro de sus plazos. Estamos cobrando a 60 días. Pero sé que los que trabajan con el comercio en Mendoza están con algunos problemas en la cadena de pagos. Están empezando a venir cheques de vuelta. Está complicado. En cuanto a los locales comerciales, hay reubicación de negocios, muchos locales desocupados. Johnson Acero, que tenía un showroom muy lindo, lo cerró (NdR: Son franquicias. La que cerró era una de las tres existentes en Mendoza capital y alrededores). Estará planteando reubicarse en otro lugar.
– ¿Qué acciones se podrían llegar a implementar a través de FAIMA como para aliviar o mejorar la situación de los fabricantes de muebles argentinos?
– Habría que frenar las importaciones para poder ocupar la pequeña porción de mercado que hay. Aún con la devaluación del Peso, son pocas las empresas que están en condiciones de exportar. Uno ve que se importan mucho petit muebles y todo lo que se vende en grandes superficies: placares, muebles de audio, para LCD. Está plagado de muebles importados en esos nichos. La Federación está trabajando con las mesas sectoriales con el ministro de la Producción, (Dante) Sica.
– César Federici, presidente de la Cámara de Ia Industria Maderera y Afines de Cañada de Gómez (CIMA) y propietario de Federici Amoblamientos.
– Estamos todos más o menos iguales: hay caída de ventas, que en promedio son del 30 por ciento, 35 por ciento respecto de 2017. En algunos casos, la caída de ventas es del 50 por ciento. Empieza a haber algunos despidos. La mayoría trata de sostener al personal por una cuestión de que cuenta mucho tiempo a empleado capacitado, y a lo mejor arreglan reducción de jornada para no llegar al despido. Las principales complicaciones son que, por un lado, no hay demanda; y, por otro lado, el capital de trabajo que necesitás para el día a día del establecimiento está muy complicado. Las tasas de interés, el atraso en algunos pagos con AFIP. Empiezan ese tipo de cuestiones.
– ¿Cómo incide en Cañada de Gómez el aumento de las importaciones?
– Las importaciones siguieron aumentando. Nosotros comparamos 2017 contra 2016 y fue aumentando todo el año. Por ejemplo, al controlar muebles de oficina, muebles de cocina, muebles de dormitorio y asientos con armazón de madera, hubo un aumento de las importaciones en todas esas posiciones arancelarias en 2017. En dormitorios, siguieron aumentando en los primeros meses de este año. En general, se ve que hay un aumento progresivo de las importaciones frente a un mercado que, incluso, se ha reducido. El peso de las importaciones afecta cada vez más a las importaciones. Hay que sumar que algunos jugadores de la cadena comercial han ido cayendo o están en graves dificultades. Los compradores de algunos de los fabricantes de muebles de Cañada de Gómez, están patinando. Incluso, han enganchado a algunos (fabricantes), con muebles, con ventas, con cheques rechazados. Lo están manifestando las empresas a las cámaras. Hay cierres de locales; algunas cadenas han cerrado 30 o 40 sucursales.
– ¿Hay fábricas que trabajen a rentabilidad cero, como para mantenerse?
– Sí. Se está trabajando para pagar, para mantener la empresa y contentate con ir pasando los días. Eso es lo que está pasando en Cañada (de Gómez). En FAIMA tenemos un plan de trabajo con varias líneas de acción. A grandes rasgos, hay dos puntos a trabajar: uno es incentivar la demanda y el otro es solucionar el tema de capital de trabajo. Lo que se haga en ese sentido, bienvenido sea. Nosotros pensamos que el recupero del poder adquisitivo de la gente no va a ser de un día para el otro. Y creemos que una de las herramientas que puede ser efectiva y causar un efecto en el corto plazo es (frenar) el tema de las importaciones para los productos que compiten con nuestra producción. Se está trabajando en un reglamento técnico para importaciones. De esa manera se pueden evitar importaciones de muebles por una determinada cantidad de meses y los muebles nacionales estarían ganando un poco más de lugar en las góndolas de la cadena comercial. Eso se traduciría en ventas nacionales. También estamos pidiendo el Ahora 36, la continuidad de Ahora 12 y Ahora 18.
En AFIP el tema del scoring. También estamos solicitando la reincorporación de las líneas de crédito para inversión productiva que sirve para el descuento de cheques. Hoy hay una línea que impulsó el banco BICE, y con la que acordaron 12 bancos, al 29 por ciento. Si no, se estaban pagando tasas del 40 por ciento al 50 por ciento (NdR: Al cierre de esta edición, el Banco Central había aumentado la tasa de interés de referencia en 5 por ciento, al pasar del 40 por ciento al 45 por ciento). Y con los cambios del valor del dólar, ante esa inestabilidad, aumenta la tasa para descontar cheques. Cuando entre fines de abril y junio el dólar pasó de $20 a $28, se llegó a descontar cheques al 70 por ciento. Cuando se tranquilizó la situación, se descontaba el cheque a la tasa de referencia, entre el 40 por ciento y el 45 por ciento. Nosotros estamos tratando de conseguir una tasa para financiar capital de trabajo que sea menor al 29 por ciento.
– ¿Qué tan fuerte están impactando los aumentos de tarifas en las fábricas de Cañada de Gómez?
– Es una queja absoluta. Pega fuerte. El aumento de tarifas vendría a ser como la gota que termina de rebalsar el vaso. Los dos componentes del costo más importantes que hay en Cañada son, para las fábricas de gran escala, los tableros, los gastos generales de fábrica. En tercer lugar, está la mano de obra. En el caso de las fábricas que agregan más valor al producto, un componente de costo importante es el tablero y el otro componente importante -que tiene casi el mismo peso-, es la mano de obra. Después recién está el costo de tarifas de servicios públicos. Hay fabricantes que pasaron de pagar $9.000 a fines de 2015 a pagar ahora $50.000. Ésa es la realidad.
– Roberto Fontenla, presidente de la Cámara de Empresarios Madereros y Afines (CEMA), de Capital Federal, y titular de Fontenla Furniture (NdR: La charla telefónica se produjo después de que Dante Sica, ministro de Producción, recibiera a FAIMA en Rosario; ver nota aparte).
– La situación es complicada. Se le manifestó muy claramente al ministro. Hay tres puntos que le manifestamos desde las cámaras. Sabemos que no todo se puede resolver desde el Ministerio de la Producción. Uno de los puntos es cambiar las leyes laborales. Ahora en el Congreso se dividió en tres partes respecto del proyecto original presentado a fines del año pasado. Para ver si de esa forma se discute y se puede empezar a aprobar algo. Necesitamos resolver problemas que surgen por juicios laborales y por altos costos laborales.
– Además de ese tema, muchos manifestaron que el principal problema hoy es la depresión del mercado interno.
– Bueno, cuando hay ventas todo se tapa (enfatiza). Pero no dejan de estar esos problemas. Son problemas de fondo de la Argentina, que venimos sufriendo desde hace décadas. Yo le planteé al ministro que, ante la desazón que hay, los principales problemas son: la falta de consumo, las altas tasas (de interés) del sector financiero; la devaluación, que genera un proceso de inflación más acelerado. Pero, también, un alto valor del dólar nos posiciona un poco mejor ante la competencia importada. Se pidió a gritos el cierre de las importaciones. A partir del 17 de agosto se ponen en vigencia una serie de requisitos adicionales para los importadores.
– Sí, quizás el país no está preparado para asumir lo que implica un libre mercado en ciertos rubros productivos.
– Ellos (por el gobierno) asumieron que se equivocaron en algunas medidas y en, de alguna manera, pensar que la problemática era menor a la esperada. Cuando se habló del segundo semestre todos estuvimos con la esperanza de ver la luz al final del túnel, pensando que la cosa iba a cambiar. Ahora la luz no está. El ministro habló de que los próximos seis meses serán duros. Y recién después empezaría, muy lentamente, la recuperación.
– Hay costos que tienen las industrias que son muy grandes: de logística, de luz, gas, insumos mínimos.
– Absolutamente. Cada cámara que habló manifestó que, en mayor o menor medida, los pronósticos indican que habrá suspensión de personal, despidos; por supuesto, la presión impositiva es totalmente lo contrario de lo que debería ser. Operando solamente sobre las PyMEs blanqueadas.
– Las tasas de interés están en un nivel imposible. La PyMEs recurren a no pagar sus cargas sociales para financiarse.
– Imposible (enfatiza). Son imposibles las tasas de interés. Todos los estudios que se hicieron desde Observatorio PyME nos colocan entre los principales países del mundo en presión tributaria. Todo lo que se pidió son postergaciones. Son todos parches. Yo le pedí a Dante (Sica) que me planteara, desde la mirada del gobierno, cuál era la política industrial a corto y a largo plazo. Porque sin saber el camino o el horizonte que vamos a tener el próximo año y medio -porque ya no sabemos ni qué pasa el mes que viene-, y frente a eso Sica ratificó que el panorama es muy difícil. La verdad, yo salí sin esperanzas en lo inmediato. La situación del gobierno es muy difícil; la situación para resolver los problemas también es muy difícil, porque incide el contexto internacional de guerra comercial.
Cambios en la categorización de PyMEs registrados en agosto
Hubo modificaciones en la categorización de las PyMEs que concretó la Secretaría de Emprendedores y de la Pequeña y Mediana Empresa, a través de la publicación de la Resolución 519/2018 publicada en el Boletín Oficial el 10 de agosto, informó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Estos cambios se deben a que la categorización de las pequeñas y medianas empresas se ajustó por inflación. Esta nueva reglamentación reestablece los límites de facturación anual contemplando las especificidades propias de los distintos sectores, generando de esta forma las únicas categorías válidas para ser considerado PyME según actividad
Además de la facturación promedio de los últimos tres ejercicios, también se deberá considerar al personal ocupado que surja del promedio anual de los últimos tres años para ser considerado PyME. Los límites no han sufrido cambios respecto a la resolución previa y las microPyMEs industriales no pueden superar los 15 empleados y las PyMEs de esa actividad deben ocupar de manera directa menos de 60 personas.
Las empresas que se ubiquen dentro de estos nuevos parámetros, estarán en condiciones de acceder a los beneficios que brinda la Ley Pyme como medidas de alivio en materia administrativa y fiscal, estímulos financieros y acceso a mejores créditos y fomento de inversiones.
Imágenes: Gentileza CAME y archivo La Voz.