Que no haya una avalancha no significa que las importaciones no hayan aumentado en 2017, aunque para César Federici, presidente de la cámara local, el aumento de las importaciones de Brasil “molesta”. D&F Muebles dialogó telefónicamente con el propietario de Federici Amoblamientos para precisar la situación de la industria, luego de que desde la Secretaría de Producción cañadense afirmaran que corrían peligro 3.000 puestos de trabajo por el aumento de las importaciones de muebles de Brasil y de China. Sobrevuela una pregunta: ¿qué pasaría con las importaciones si se reactivara el mercado?
Las importaciones de muebles aumentaron en 2016 un 50 por ciento en unidades –y un 20 por ciento en dólares- respecto de 2015. Y en ese contexto, en los primeros cinco meses de 2017 (últimos datos oficiales disponibles) las compras al exterior volvieron a aumentar alrededor de un 20 por ciento respecto de enero-mayo de 2016.
Consultado por D&F Muebles, Federici afirmó: “Mi interpretación es que no hay una avalancha de importaciones. Sí el aumento de las importaciones molesta, y molestan más relativamente. Es decir, hay un aumento relativo de las importaciones que se puede calificar como progresivo y permanente”.
Sin embargo, para el entrevistado “esto es parte del problema. El problema principal es la caída del consumo interno. Desde hace un año y medio se cayeron las ventas un 30 por ciento, en promedio, para los fabricantes de muebles de la zona. Son casi todas PyMEs, casi el 100 por ciento”.
Por otro lado, hay un agravante en el caso del tipo de muebles que tradicionalmente se fabricó en Cañada de Gómez, el llamado mueble plano. “Fue mayor el aumento de las importaciones en el caso de muebles planos –agregó-. Por ejemplo, muebles para oficina, cocina o dormitorio. Y en el desagregado de esas categorías, por ejemplo, las importaciones de armarios aumentaron mucho más. También en cunas. El principal origen es Brasil, y después más lejos, China. Lo venimos diciendo hace un año y medio: se combinan baja el consumo y aumento de importaciones para llegar a la situación en la que estamos”
El directivo de CIMA que la baja de ventas no afecta a todos por igual entre los asociados a la cámara: “Hay una situación desigual entre las empresas: algunas tienen mucho trabajo, otras menos y otras están decididamente mal. El sindicato del sector que tiene representación local nos dijo que no hay despidos masivos ni suspensiones”.
Otros pasajes de la conversación fueron los siguientes:
– “Nos hemos reunido con diputados nacionales oficialistas y socialistas; estamos trabajando en normas técnicas para restringir el ingreso de muebles importados; estamos trabajando en lo que se llama declaración jurada de composición de productos. Ahí participa la cámara y también lo hace la Federación (por FAIMA). Estamos esperando que se arme una mesa sectorial, similar a la que se armó en la industria de la construcción;
– “Si el dólar aumenta, se encarece el producto importado. Mientras no se traslade a insumos, se puede seguir trabajando. Pero hasta que no se recupere el poder adquisitivo de los salarios va a ser muy difícil que esta situación cambien. Nuestras empresas venden exclusivamente en el mercado interno;
– “Se trabaja hoy en nuestras fábricas, en promedio, al 60 por ciento de capacidad instalada.
La situación es bastante inestable. La estrategia de las empresas fue mantener el personal. Hasta ahora lo vienen haciendo, pero no se reemplazan a quienes se jubilan, por ejemplo. Eso sí está ocurriendo. Tampoco hay horas extras, y algunas fábricas han dejado de trabajar un día por semana;
– “Una de las razones por las que algunas empresas siguen trabajando pese a las menores ventas es que han invertido en marca, en diseño, en el desarrollo de la cadena comercial (Federici tiene puestos de venta propios en Cañada de Gómez y en Rosario). La mueblería más chica, más de barrio, sin gran vidriera, la está pasando mal y dejó de comprarle a fabricantes más chicos. Algunos están asociados a la cámara y otros no”.
Preocupación en Cañada de Gómez por 3.000 puestos de trabajo directos
D&F Muebles resume a continuación informaciones publicadas por el periódico digital El Ciudadano de Cañada de Gómez, que tuvieron repercusión nacional y motivaron la atención de distintos medios:
– La industria de la madera, principal fuente de trabajo de Cañada de Gómez, ciudad ubicada a 75 kilómetros de Rosario, atraviesa una crítica situación como consecuencia de la apertura de importaciones: hay en juego unos 3.000 empleos directos. La entrada de muebles terminados desde Brasil y China amenaza a unas 120 fábricas locales que por el momento intentan mantener los puestos laborales;
– Los muebles para oficina y dormitorios que llegan de Brasil y China son productos de primer costo –económicos– que compiten directamente con los fabricados en Cañada de Gómez, que cuenta con unas 120 fábricas dedicadas al rubro. Dos de esas empresas –Jorge Richezze S.A. y Eldo Omar Mosconi S.R.L– son de las más importantes del país en el rubro. Otras 25 son medianas y las restantes tienen en promedio cinco empleados. Todas, hacen muebles en alta escala. Y la competencia china, que baja precios para acaparar el mercado, las pone contra la pared.
– Según un seguimiento de importación de muebles que realiza la Secretaría de Producción de Cañada de Gómez, en 2016 se importaron muebles por 15.159.272 dólares, un 53% más que en 2015, cuando se importó por 9.875.070 dólares. Los datos de 2017 van en la misma dirección: entre enero y junio, ingresaron muebles terminados por 6.844.825 dólares.
El aluvión de importaciones sin ninguna restricción y la caída del mercado interno –casi el 100% de la producción de muebles cañadenses se vende en la Argentina– generaron un descenso de las ventas y el avance de la competencia externa a precios subsidiados. Las ventas de las fábricas de Cañada bajaron un 30 por ciento en 2016 respecto de 2015.