Roberto Avalle, ministro de Industria, Comercio y Minería de Córdoba, dialogó en exclusiva con un enviado especial de D&F Muebles para desarrollar algunos aspectos de su intervención en la apertura de FIMAR Córdoba 2017. “Hay que trabajar fuertemente y decididamente en mejorar las estructuras de costos de las empresas transformadoras de materias primas”, dijo Avalle. Un enviado de este medio a la capital mediterránea dialogó sobre éste y otros temas con el funcionario cordobés.
– En el discurso me pareció usted hizo hincapié sobre los costos de los productos que llegan a los fabricantes, los insumos. Usted hizo la comparación con Brasil, que es el gran competidor de los muebles argentinos. Y en la Argentina el gasoil cuesta un 13% más que en Brasil y también el costo portuario para exportar, al punto que enviar productos a China sale el doble de lo que cuesta enviar esos mismos bienes de China hacia la Argentina. ¿Ustedes desde el Ministerio de Industria provincial también lo ven así? ¿Qué acciones pueden encarar desde la provincia?
– Yo insisto permanentemente en el tema de los costos porque hay que trabajar fuertemente y decididamente en mejorar las estructuras de costos de las empresas transformadoras de materias primas. Porque ésa es la base de las posibilidades de competencia que vayan a tener los distintos sectores industriales cuando tengan que competir por lo que viene de importación y cuando tengan que competir cuando quieran exportar. Entonces, hay que lograr mayor eficiencia y mayor competitividad. ¿Por qué? Porque ya el mercado no va a estar cerrado como lo estuvo los doce años anteriores. Tampoco ha sido bueno (enfatiza), porque en definitiva esas políticas retardan las decisiones de inversión. Porque si usted tiene un mercado protegido, ¿para qué va a invertir? ¿Para qué se va a hacer más eficiente? Aislarse del mundo nunca es bueno. Me parece que ha sido una mala política. De acá en adelante, si el mercado va a estar más permeable, más abierto, Argentina y la producción nacional van a tener competidores muy fuertes que van a venir del exterior. Y competidor cercano más fuerte que tenemos es Brasil (ver recuadro). Entonces, yo insisto en el tema de la diferencia de precios en los insumos básicos que distintos sectores utilizan. En FIMAR me decían que un montón de productos que son fundamentales para la producción maderera están un 30 por ciento más caros que en Brasil. La industria metalmecánica lo mismo al igual que la industria del aluminio. En la industria del plástico la diferencia es de entre un 20 por ciento y un 25 por ciento. ¿Por qué? Yo no me aparto de la idea de que hay ineficiencias internas que subsisten en muchos aspectos. Desde el punto de vista impositivo, desde el punto de vista de la tasa de interés. Pero Brasil también tiene sus problemas graves, sin embargo, siguen vendiendo los insumos para la industria del muebles más baratos que acá.
– Históricamente Brasil tuvo una política exportadora agresiva.
– Yo comparo el precio interno en Brasil versus el precio interno de Argentina. Sinceramente, creo que es un trabajo pendiente. El gobierno nacional prometió que, a través de Defensa de la Competencia, estas cuestiones iban a ser analizadas y que se iba a promover un esquema en el que se intentaran morigerar estas diferencias. Hasta ahora, esto lamentablemente no lo vemos y creemos que es algo que tiene que darse. El convocante tiene que ser el Estado nacional y tienen que participar los productores de insumos, los usuarios –que son las PyMEs industriales transformadoras de materias primas- y tienen que participar las provincias.
– Parecería que ustedes están limitados…
– (interrumpiendo y con énfasis) …y, por supuesto…
– …pareciera que no tienen las respuestas de la Nación que ustedes están reclamando.
– Noo, mire…
– No se intenta hacer política desde este espacio. Somos un medio técnico.
– Entiendo lo que me plantea. Nosotros tenemos una muy buena relación, un muy buen diálogo, con las autoridades nacionales. Pero la verdad es que yo esperaría una respuesta más franca, más decidida, a estas cuestiones que estamos planteando. Todavía tengo esperanzas de que esta respuesta se vaya a dar y en algún momento nos empecemos a sentar en una misma mesa los distintos actores para ordenar esta cuestión. Insisto con algo que digo siempre. En Argentina pereciera que tenemos un sistema de protección inverso:; protegemos las materias primas y desprotegemos el producto terminado, que incluye agregado de valor, con diseño.
– Y en este caso a las PyMEs, que más del 95 por ciento de la industria del mueble.
– Hay que dar respuesta a eso. Espero que en algún momento el Estado nacional tome la bandera y actuemos en consecuencia. Repito: no se sostiene en el tiempo un esquema de competencia en el que perdemos por varios cuerpos respecto de nuestros competidores cercanos más fuertes, como Brasil.
– Respecto de bitrenes, ¿se ha avanzado?
– No (tajante). No, en absoluto. Nosotros esperábamos alguna determinación. No sé cuál es la razón de la no implementación. Pero más allá de este tema, al que no le resto importancia, para realmente tener la oportunidad de bajar costos importantes en logística hay que volver a implementar el sistema de transporte ferroviario. Es absolutamente indispensable (enfatiza). Para Córdoba y el centro del país bajar materias primas agropecuarias del norte, pasar por nuestra provincia y llegar por tren al puerto de Santa Fe es un esquema espectacular. De otra manera, si se tiene que hacer por camión, aunque sean bitrenes, no dan los costos para poder exportar. Eso es central.
– Y dejar de pensar en el dólar como variable de ajuste para exportar temporariamente.
– Por eso mi insistencia. Yo no estoy tan de acuerdo en volver a tocar el tipo de cambio. Si usted toca el tipo de cambio automáticamente el porcentaje devaluado se traslada a precios de materias primas, de energía; los trabajadores con toda justicia van a pedir aumentos de sueldos en consecuencia. Eso dura poco y nada. Hay que trabajar sobre los costos. Los costos logísticos y de los insumos son centrales, y espero que en algún momento la tasa de interés estén a niveles razonables que tienen que estar (NdR: la tasa de interés de eferencia fijada por el Banco Central de la República Argentina permanecía, al cierre de esta edición, en un 26,25 por ciento anual. La meta inflacionaria del gobierno para 2017 se había fijado en el Presupuesto entre el 12 por ciento y el 17 por ciento anual. En mayo, el 90 por ciento de los US$ 1.275 millones invertidos por no residentes en Argentina fue a activos financieros, informó El Cronista).