(Buenos Aires, 24 de febrero de 2011). En este espacio se ofrece un adelanto de una extensa nota publicada en Valor Agregado 2011 sobre la actualidad del diseño en Argentina durante 2010 según la visión de seis especialistas. En este caso, un resumen de lo acontecido en la Patagonia de los lagos hecho por el diseñador Patricio Machado (patricio@elcatango.com.ar), titular de El Catango en San Martín de los Andes, Neuquén. Galería de Imágenes.
La Patagonia de los lagos ha vivido estos últimos años un importante crecimiento demográfico. Esquel, El Bolsón, Bariloche, Villa la Angostura, San Martín de los Andes, Villa Pehuenia, Caviahue, son localidades que viven este fenómeno y al mismo han incrementado en forma considerable la oferta de plazas turísticas.
Todo este crecimiento implica muebles. Por lo menos, por cada nueva plaza construida hay una silla y una cama, y en estas localidades han sido varias decenas de miles. Hace algunos años, no tantos, se recurría generalmente a proveedores locales, casi íntegramente se utilizaba madera maciza, ciprés, lenga, en algunos casos raulí y pino ponderosa u oregon.
Éstas últimas son las especies forestadas por estas zonas. No existía prácticamente la manufactura de la placa o las melaminas, por diferentes motivos, pero básicamente porque no había demanda.
Por otro lado, en general la carpintería tenía un nivel de terminación bastante rústico, desde lo estético y desde el grado de terminación o acabado.
Con esta explosión demográfica, proveniente principalmente de la ciudad y provincia de Buenos Aires, llegó también una actualización en la demanda de los muebles: aparecieron los complejos habitacionales, con objetivos netamente comerciales, y también los barrios cerrados, con viviendas de altos costos y un elevado estándar de calidad.
La demanda de muebles creció para todos los rubros y no toda la oferta estaba preparada. Se instalaron nuevos talleres y llegaron las placas que hoy ocupan la principal materia prima, y con ellas toda la oferta de herrajes y accesorios que hace unos escasos 5 o 6 años era impensable conseguir.
Además, las marcas nacionales de equipamiento empezaron a competir con los proveedores locales que corríamos por ponernos a la altura de las circunstancias. Aparte de la actualización en tecnologías blandas y tecnologías duras, hubo que responder a una estética que de alguna manera fue importada por quienes vinieron a estas latitudes.
Mueble con estética contemporánea
Desde mi emprendimiento la cuestión fue propuesta al mercado desde el primer día, específicamente detecté la oportunidad de ofrecer un mueble con una estética contemporánea a un mercado que inevitablemente iba a crecer y que no contaba con una propuesta similar.
El mercado de lo rústico, del mueble de tronco, de la estética pesada de campo o de montaña sigue vigente. Es un clásico y un ícono de esta zona. Sucede que esos muebles por lo general son costosos, poco funcionales y difícil de seriar, mas allá de que gusten o sean aceptados o no.
También a nivel arquitectónico la propuesta estética se renovó completamente. Es una zona donde se cuida mucho la estética, el paisaje y lo que se ve es parte de lo que atrae al turismo. La arquitectura es parte de lo que se ve, esa arquitectura refrescó el paisaje de la típica casa de troncos y piedra con lucarnas; aparecieron los volúmenes, las formas geométricas, los espacios repensados que aportaron nuevas formas de uso.
En muchos casos los resultados han sido muy interesantes porque han logrado introducir un lenguaje contemporáneo, racional, y geométrico logrando un buen diálogo estético con la identidad de la montaña.
Esta nueva estética para la zona se encuentra en estos complejos habitacionales o en las grandes casas de los barrios cerrados y demanda un equipamiento que sea coherente con los espacios que proponen.
El incipiente tema de la ecología no deja de mencionarse, si bien en la práctica diaria de la carpintería puede no parecer importante, estratégicamente tiene una enorme importancia. Sobre todo en quienes pensamos en crecer; a algunos les interesa más que a otros.
Personalmente, por ejemplo, me he topado con un caso donde me pedían específicamente una producción de mis diseños con maderas reforestadas, no madera nativa, porque el emprendimiento tenía un concepto ecológico. Trabaje también mobiliario con madera recuperada de obra. También en los últimos años apareció la utilización de tablero alistonado, el aprovechamiento de piezas cortas hace unos años no se realizaba.
En muchos casos estas piezas iban al horno o calderas de calefacción; hoy ya se resuelven muebles completos con piezas de no más de 40 centímetros armados en finger joint y tablero, como por ejemplo una nueva línea de muebles que tuve la oportunidad de desarrollar para la provincia de Tierra del Fuego junto a la diseñadora Alejandra Rumich y el diseñador Pablo Lorente.
Como conclusión, me parece importante destacar el enorme crecimiento que ha tenido la tecnología de la placa. Insisto: en San Martín de los Andes, por lo menos en 2003, no había.
También es importante decir que el estándar de terminaciones ha subido considerablemente. En ese mismo año, nadie utilizaba una terminación con poliuretano, un bajomesada se realizaba de madera maciza y se entregaba sin pintar.
Tampoco se conocía un mueble con líneas geométricas hecho de madera maciza, no se diseñaba, simplemente se copiaba. Creo que mi propuesta casi sin quererlo -porque para mí era obvio- vino a romper este paradigma en el momento justo.
Hoy hay arquitectos diseñado muy buenos muebles, hay otros diseñadores y los carpinteros y talleres han abierto mucho su cabeza y se han preocupado por responder a esta cada vez más exigente demanda… Y sólo pasaron 7 años.
Más información en anuario impreso Valor Agregado 2011.
Imágenes: Gentileza Patricio Machado.