En el ámbito de FIMAR 09, D&F Muebles entrevistó al coordinador del área foresto industrial de Chaco, Sebastián Lifton. En ese contexto, detalló sobre un programa de capacitación, comercialización, desarrollo y diseño para la industria del mueble que está financiado el Ministerio de Economía, Producción y Empleo de esa provincia para impulsar la actividad en esa provincia. El proyecto apunta a reactivivar el mercado interno.
– ¿De qué se trata el programa de diseño?
– Comenzamos a trabajar el programa de diseño en febrero de 2008, luego de ver un diagnóstico que exponía el problema que tenían las carpinterías de la provincia para llegar con buenos productos a un consumidor final porque la falta de diseño, determinación y una competencia desleal. Con el Gobierno iniciamos este proyecto con el apoyo del Consejo Federal de Inversiones (CFI) para mejorar los diseños de los productos y ayudar a los que estaban interesados en comercializar en los grandes centros del país. En diciembre de 2008 inauguramos el local Hipermueble Veta Noble y en marzo obtuvimos la habilitación comercial para vender los productos de los fabricantes. De esta forma, un consorcio de empresas pueden comercializar directamente con el público sin costo alguno para los fabricantes. En el local se encuentran muebles, pisos de madera, aberturas y artesanías.
– ¿Cuál es el objetivo del proyecto?
– En primer lugar, nos enfocamos a la cadena maderera del sector foresto industrial porque es la que más mano de obra genera. Chaco se caracterizaba por hacer un producto de manera artesanal pero su problema es la baja rentabilidad. En un 95 por ciento son carpinterías muy pequeñas enmarcadas en un mercado informal y la rentabilidad de sus productos se la llevaba el intermediario. La idea era ofrecer algo de la provincia para cambiar esa realidad del sector. Propusimos a las empresas que se anoten en el proyecto. Fue un trabajo con los diseñadores industriales estar en la fábrica para ver cuál era su potencial para pedirles un prototipo teniendo en cuenta a la tecnología con la que trabajan. Aquí los fabricantes están acostumbrados a comercializar a la vera de la ruta. Es decir, son fabricantes pero en ningún caso compran y venden sino que están acostumbrados a que venga un camión un viernes y cargue el producto para vender el sábado más caro.
– ¿Están trabajando con bosques nativos?
– A la par de esto, por medio del Instituto de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (IIFA) se están volcando más fondo para financiar forestaciones en la provincia. Si bien hoy no es un problema la madera, Chaco tiene 4,8 millones de hectáreas de monte nativos pero es un problema potencial. La provincia de Chaco es la más avanzada de sus provincias limítrofes.
– ¿Cómo desarrollan el manejo sustentable?
– En este sentido, está la parte de forestación y la de exigencia, por la que se aumentaron los controles y se está certificando que los permisos de aprovechamiento que se otorgan cumplan con los requisitos que sostiene un manual de buenas prácticas, elaborado por la Subsecretaría de Recursos Naturales de la provincia.
– ¿Otorgan permisos de corte?
– Sí, pero requiere de muchas etapas y es un circuito en donde está todo sistematizado y hay una cadena de custodia. Nosotros exigimos un manual de buenas prácticas, no las normas FSC. Considero que el Chaco en cuanto a controles forestales es la más avanzada de las provincias limítrofes. La realidad de Corrientes y Misiones es otra porque son bosques implantados pero respecto de Salta y Formosa, Chaco va un paso adelante en cuanto el control. En 2006, Chaco prohibió la actividad del desmonte. Con la Ley 26.331 de presupuesto mínimos vuelve legalizar la actividad de desmonte pero en zona que ya se establecieron como aptas para la ampliación de la frontera agropecuaria bajo la Ley Bonasso, por la que cada permiso requiere de una audiencia publicada y de un estudia de impacto ambiental. Este año para ampliar el control aumentamos el valor de las multas porque se continuaba registrando actividades ilegales. Con imágenes satelitales registramos con exactitud dónde se desmontaba. Aumentamos la multa a $3.000 pesos por hectárea, sin importar de qué madera se desmonte.
– ¿Cómo realizaron la capacitación de los operarios?
– En la capacitación de las empresas nos ayudo el CFI, que puso a disposición a empresarios y consultores. A través del Centro de Desarrollo Tecnológico de la Madera de Machagai (CeDeTeMa) se capacitaron a 84 operarios fueron capacitados el año pasado y para este año con apoyo del Ministerio de Trabajo de la Nación se espera capacitar a 64 operarios más. Se intenta formar oficiales de carpintería. Maneja mucha mano de obra.
– ¿Es uno de los sectores que más mano de obra ocupa?
– Sin duda, dentro de la cadena de la industria forestal el sector de muebles es la que mayor porcentaje de mano de obra ocupa.
– ¿Cómo es el apoyo a la comercialización?
– Tenemos el local de Capital Federal, que contó con un estudio de mercado previo para ver qué tipo de muebles estaban compitiendo en el mercado, precios y localización. La idea es abrir otro punto de venta en la zona del barrio de Belgrano o una zona más mueblera. En el programa trabajan 34 empresas. El proyecto se relanzará. Con las empresas nuevas se repetiría el desarrollo del año pasado. Con las viejas se pasaría directo al nuevo prototipo. El primer intento con 34 empresas de prueba piloto incluyó a dos empresas de Sáenz Peña, dos de Quitilipi, seis empresas del parque industrial de Fontana en el Gran Resistencia y el resto de las empresas fueron de Presidencia de la Plaza y Machagai. La idea es ampliar el sector porque tuvimos pedidos de la zona de Castelli, que es una zona forestal neta pero no produce muebles su idea es incorporarse al sector.
– ¿El proyecto realiza piezas a parte o sólo de muebles?
– Cada empresa fabricó su producto. Buscamos que las empresas se especialicen en un producto para que a mediano plazo podamos contar con un sector que pueda tercerizar la producción y construir sus partes de manera seriada para abaratar los costos. Hay empresas que se dedican a hacer tableros alistonados, entonces tienen los residuos de la madera y pasan hacer distribuidores de tableros. El fabricante de mueble tiene toda la cadena incluida, recibe el rollo de algarrobo, lo corta, lo dimensiona, hace tablas, hace los muebles, los termina y los vende. La idea es que el productor reciba el tablero y lo trabaje y no tener que incluir todo el proceso. Aplicar una división del trabajo e ir especializándolo para que sea más eficiente.
– ¿A qué mercado apunta el proyecto?
– Es un proyecto para el mercado interno. Porque las empresas son carpinterías chicas pero juntas pueden trabajar mejor el recurso y la mano de obra se va especializando.
– ¿Cuántas personas están vinculadas al sector?
– Sólo en Machagai hoy trabajan 2.500 personas en el sector. La idea es que los empresarios vean el valor agregado que le deja el producto y puedan ir absorbiendo la mano de obra. En cuanto a terminación de un mueble hay 6 cursos que están programados para este año.
– ¿Cuántas personas ocupa el sector de muebles en total?
– Entre todas las personas del sector primario de rollos, rollizos, postes y carbón ocupa entre 9.000 y 10.000 personas, según los datos que estamos trabajando para firmar un convenio de corresponsabilidad gremial para sector forestal primario. El sector industrial triplica a las personas que ocupa el sector primario.
– ¿Cómo trabajan con la línea de créditos y subsidios?
– En cuanto apoyo financiero, en el Ministerio hay varias líneas de crédito. Entre éstas, los créditos del Nuevo Banco del Chaco, quien presta a cerca del 17 por ciento de tasa anual. El Ministerio, para todo crédito destinado a un proyecto industrial, automáticamente la tasa cae el 12 por ciento y el 5 por ciento lo subsidia el Ministerio. Los cinco puntos de diferencia después lo absorbe el banco del Ministerio. Si el proyecto tiene importancia en cuanto a generación de la mano de obra se puede subsidiar cinco puntos más. Por ser un proyecto industrial, la tasa de entrada es de un 12 por ciento y según los términos de empleo puede in bajando hasta un 7 por ciento. Para la mano de obra, el Ministerio subsidia las contribuciones al régimen de seguridad social para todo empleado contratado a partir de 2008 y se le hace un reintegro de los aportes contra presentación mensual del empresario que hizo los aportes al empleado, durante doce meses. A la vez hay líneas de crédito al sector primario industrial.
Foto: D&F Muebles.