“Trabajamos mucho sobre la educación del cliente”

Soledad Milajer, presidente de Hause Möbel, conversó en exclusiva con D&F Muebles en FIMAR 08, acerca de la actualidad del diseño en la Argentina, las posibilidades de expansión del mercado interno y la competitividad. Hause Möbel fabrica equipamientos para oficinas en su planta de 2.500 metros cuadrados en Córdoba capital desde hace 12 años.

– ¿Cómo es la actualidad de Hause Möbel?

– En 2007 mejoramos altísimamente nuestros tiempos productivos, ya que importamos nueva maquinaria. Nos dio la posibilidad de ponernos más competitivos en precios y mejorar la calidad, las terminaciones. Nos dio la posibilidad de afrontar compromisos más importantes a la hora de las licitaciones públicas, de los proyectos más grandes. Tenemos la capacidad tecnológica y de estructura para hacernos cargo de eso. Tenemos nuevos clientes. Hemos equipado todo Rentas de la provincia de Tucumán, son 6 pisos. En Córdoba somos los proveedores de los clientes de primer nivel como Tarjeta Naranja, Renault, La Voz del Interior, Volkswagen y Fiat. Nos dedicamos a trabajar sobre el cliente. El proceso comienza con el diseño y termina cuando cerramos la puerta de la oficina y quedo el mueble instalado. Todo es un proceso.

– Me interesa saber si ustedes hacen muebles bajo proyecto (a pedido).

– Nosotros tenemos en realidad una industria en serie estandarizada con modelos. Tenemos cuatro líneas. Entre ellas, una línea gerencial y una intermedia. Y tenemos dos líneas más: una enchapada y otra que estamos lanzando en este momento, enchapada y lustrada.

– ¿Trabajan con maderas enchapadas y lustradas?

– Tenemos enchapado y lustrado. A pesar de que tenemos productos estandarizados, cuando decimos: “Vendemos por proyecto”, no es que acá a los clientes les hacemos un mueble especial, sino que dentro de la variedad de productos que tenemos existe una variedad enorme de tamaños, cajoneras, medidas. Se pueden hacer infinitas combinaciones. El cliente que se acerca es profesional, es arquitecto, es intermediario entre nosotros, fabricante, y el cliente final.
Nosotros proyectamos. Con nuestros bloques y nuestros muebles, le presentamos un proyecto en 3D para que tomen una dimensión más real de cómo va a quedar su oficina. Hay cambios, hay ajustes, es un proceso largo. Trabajamos también muy a la par del profesional, del arquitecto, que por ahí trae una idea. Y la adaptamos a lo que se puede hacer. A veces traen ciertas cosas que en el ámbito económico tampoco le sirve para el proyecto, y entonces trabajamos en conjunto y lo asesoramos al arquitecto, porque siempre decimos que trabajamos mucho sobre la educación del cliente. Acerca de lo que hay y de lo que se puede hacer y buscar la mejor solución para ellos. A veces el cliente no está muy seguro de lo que quiere o no se dio cuenta que ahí hay una puerta o una ventana o que va a pasar mucha gente por ese pasillo y habría que correr las medidas. Por ahí viene y dicen: “Quiero poner tal cosa en este espacio de dos por dos y necesitan asesoramiento”.

– ¿Me dijiste que tienen cuatro líneas de muebles? ¿Qué tipos de muebles fabrican?

– Lo único que hacemos son muebles de oficina. Integral para oficina.

– ¿Cuál es el espacio? ¿Cómo trabajan ustedes con respecto a los diseñadores? ¿Tienen diseñadores propios?

– Sí, nosotros tenemos un equipo de diseñadores que trabajan tanto del cliente para adentro como aquellos que trabajan del cliente para afuera. ¿Cómo es? A nivel ventas, nuestros vendedores son diseñadores. Hay diseñadores industriales y de interiores también en el sector ventas. Y en la fábrica, en la oficina técnica –que es donde esta el área de diseño- tenemos otro diseñador industrial. Se incorporó hace varios años ya, cuando todavía el diseño industrial era medio temido sobre todo por fábricas. Nuestra fábrica tiene una estructura de 40 personas más o menos, no es una gran fábrica, y por ahí romper el paradigma y decir: “Tiene que entrar un diseñador”. Tiene que estar permanentemente el diseñador.

– Ése es uno de los temas que nosotros manejamos. El periódico tiene 15 años y nosotros consideramos que el diseño
es un valor agregado para el mueble y vemos que cada vez se incorpora más en la industria.

– Pasa que hay que romper el paradigma de que el diseño es caro. Eso de que tienen un diseño y entonces es caro. Y no sólo el diseño en lo estético. El diseño industrial nos permite mejor optimización de los materiales. El diseñador industrial conoce de la totalidad de los materiales. Aporta sus ideas en cuanto al resto de las cosas, los herrajes, los accesorios, hay un montón de cosas que se pueden hacer, no sólo sentarse a diseñar un producto. Permanentemente tiene que haber un diseñador industrial y no sólo el año que saqué una línea nueva y lo contraté. No es que esté mal contratarlo, pero creo que es muy productivo tenerlo adentro. Y el que está en ventas hace un buen nexo entre todo lo que escuchan del cliente y todo lo que saben que la fábrica puede hacer. Porque ahí está el otro tema: al estar en la cocina como que los chicos saben hasta qué punto la fábrica puede. Porque por ahí uno no puede hacer todo, 200 prototipos todo el tiempo. Inclusive mi fabrica tiene las puertas abiertas para todos los institutos de diseño. El año pasado estuvimos trabajando con la Universidad Siglo XXI en la carrera de Diseño Industrial. El año pasado y el anteaño también estuvimos con las prácticas de los chicos, con visitas guiadas a la fábrica, con las pasantías y con otros institutos privados también de la parte de diseño.

– Ya que podemos hablar de diseño, hace mucho era difícil hablar de diseño con un empresario. Ya que hablamos con vos de diseño ahora que viene la parte ergonómica ¿cómo trabajan sobre ella? ¿Los diseñadores industriales están preparados para trabajar sobre ella?

– Están preparados para resolver ese tema. En realidad, es como un tema medio tabú. Es como que cuando uno habla de ergonomía, esta relacionado también a sillas y la ergonomía tiene mucho que ver con el mueble, con la altura, con la forma, con la postura y con el educar al cliente también en la postura. Decir: “Bueno, voy a diseñar este mueble”. Como un mueble que diseñamos y le pusimos “Ergo”, justamente tiene la forma ergonómica porque tiene una forma que permite descansar los brazos y antebrazos al momento de utilizar la computadora. O sea, se piensa, se debería pensar más. Hay un blanco como lo hay en la Facultad de Arquitectura, en la carrera de Arquitectura que ven equipamiento en un año y también hemos hecho trabajos en la facultad de acá, de Córdoba, en algunas jornadas tecnológicas que ellos hacen anualmente. Y hemos ido a dar charlas porque nos interesa educar al cliente y a veces el cliente, el arquitecto, no está tan educado. Por ahí viene con errores grosos de ubicación y asesoramiento a la gente. Cuando uno ya asesoró al cliente es difícil convencerlo de que un color no va. Operativamente un color oscuro no va, porque yo pongo una hoja blanca en un color oscuro todo el día. Esto es gerencial, esto no es trabajo, esto es a otro nivel, entonces sí. Por eso en lo gerencial, en lo direccional, el color oscuro todo bien pero en lo operativo… “Y… porque mi logo, mi imagen”. Qué importa, si acá va a estar sentado tu empleado más de ocho horas seguramente y cuál es el juego de la luz con el color de la lámina es clave. Y el arquitecto lo diseñó color rojo porque le queda bárbaro… Pero esos errores que hay que corregir.

– En un momento se usaba mucho el negro también como base.

– Nosotros lo tuvimos como lateral. Pero yo tengo clientes que piden el escritorio negro. Yo digo: ¿Quién se va a sentar en un escritorio negro? Bueno todas esas cosas, yo lo veo más en los clientes como que el arquitecto, en eso le falta un poco.

– ¿Lo que son espacios de trabajo son claros y lo gerencial y directivo oscuros?

– Sí, gerencial y directivos sí oscuros, por una cuestión de estilo, por una cuestión de fuerza. La madera oscura
sobre todo va demostrando otra posición aunque hoy por hoy la otra onda que hay es estandarizo todo, igualo todo y yo dueño quiero estar igual que mis empleados. Entonces nosotros tenemos la línea melaminizada pero en MDF, que tiene el color peral que es un color bastante operativo y es una línea intermedia. Y que permite igualar más o menos todas las jerarquías para aquellas empresas que tengan la ideología de no marcar tanta diferencias.

– ¿Hause Möbel tiene 40 empleados nada más?

– Exacto.

– ¿Y tienen venta al público?

– Tenemos dos salones propios, uno en Córdoba capital y otro en el interior de Córdoba, en San Francisco.

– ¿Y después venden a través de distribuidores?

– En realidad, red de distribuidores como tal no tenemos. Tenemos puntualmente un distribuidor en Tucumán, pero por
ahí por las distancias y por la oportunidad de negocios que se dio fue una persona que esta totalmente identificada con el producto. Lo lleva como lo llevamos nosotros, que lo hacemos con mucha pasión, y se identificó con el producto y lo mueve muy bien. La fábrica hoy está preparada para atender a mis salones, porque en realidad mi venta se divide en: salón, grandes clientes -cuando hablo de Renault, cuando hablo de Fiat estos requieren una atención diferente que se la brindamos nosotros personalmente- y estamos desarrollando la línea de distribuidores porque dada la tecnificación que tiene la fábrica hoy, tenemos capacidad para poder atenderlos. Tampoco se puede hacer todo. Por ahí da miedo si vos sos distribuidor, porque la mentalidad es distinta. Meter un mueble en una caja no es lo mismo que cargarlo en tu camión, que bajarlo, que subirlo a un séptimo piso.

– ¿Cómo manejan las entregas? ¿Pueden responder al pedido de arquitectos o empresas de construcción tanto de Buenos Aires como del sur de la Patagonia y poder alcanzarle los productos en mano?

– Sí, podemos. Evidentemente, yo digo que la parte instalación es humana, hay equipos de armado. Hay un promedio estadístico de cuántos pedidos pueden armar por día y cuántos viajes se pueden hacer por semana. Generalmente, los grandes proyectos son programados, se acomodan, se piden con 20 o 30 días y entra dentro del cronograma de planificación de viajes. Se viaja. Si no es con nuestros vehículos propios, se contratan semis, semis con el acoplado, se contrata lo que se tiene que contratar. Por ejemplo, a Tucumán fue todo palletizado (sic), porque era tanto el volumen que fue conveniente palletizarlo, descargarlos por piso a todos los pallets y después estar más tiempo en obra. Cada obra se estudia en particular.

Para más información ver la edición impresa de D&F Muebles (Año XV, Número 109) de junio.

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